El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El honor de haber hecho el bien es algo inenarrable, porque va más allá de las consecuencias de lo que hacemos.
Las consecuencias económicas y humanitarias de esta infección contagiosa son realmente de un alcance fatal.
Jesús fue libre ejerciendo su libertad en compromiso con el hombre y con el mundo de una manera amorosa, ética y muy humana.
Hay que analizar el mundo con ojos solidarios, las relaciones humanas con sus desequilibrios. Luego, lanzar palabras de denuncia y hacer justicia que, en la Biblia, siempre va a ir junto a la práctica de la misericordia.
La empresa municipal de transporte de la ciudad eliminó en 2018 los anuncios del Festival de la Esperanza de sus vehículos por la visión de Graham sobre la sexualidad. Ahora, un tribunal asegura que fue un acto de discriminación religiosa.
En la Biblia encontramos varios casos en los que distintos personajes se mueven con el propósito de destruir a quien consideran su adversario.
Una concentración convocada para el 27 de marzo pedirá justicia por el joven que murió el 8 de septiembre de 2019. Por Marta Vergara.
Todavía quedan 27 estados donde se pueden promulgar sentencias de muerte. “Esperamos que Virginia tenga un efecto dominó en sus vecinos”, dicen desde el grupo Conservadores Preocupados por la Pena de Muerte.
La religión que no nos compromete con el prójimo sufriente es engañosa. Hay que sentarse al lado de los pobres de la tierra compartiendo la vida, el pan y la Palabra.
El engrandecimiento de una sociedad se debe a la bendición de los rectos, cuya beneficiosa acción se nota en lo que hacen.
El “no hombre, el que está en el “no ser” de la marginación, no puede gritar, no puede hablar, su voz no es oída ni escuchada por nadie.
No me duele mi invisibilidad, ¿por qué habría de dolerme tal cosa? Me duele la invisibilidad de las injusticias, de la pobreza, también la pobreza del corazón.
Lo peligroso para el poder dominante son aquellas informaciones reales que son capaces de cambiar la opinión de las personas.
Han pasado ya veinte siglos desde que nació el Maestro y aún no hay lugar en los mesones de la vida.
Usemos la fuerza de la Palabra, de la denuncia, de la solidaridad y amor entre los hombres.
Los cristianos, arropados por los valores del Reino, deberíamos estar en la vanguardia aproximando el reino de Dios allí donde hay víctimas de los corruptos, de las estructuras económicas y políticas injustas.
Sin amor a Dios, no puede haber auténtico amor al prójimo. Sería un amor que dependería solamente de las fuerzas humanas sin el apoyo que nos da el amor a Dios para entender el amor al prójimo.
Estos males existen desde el principio de los tiempos.
Muchos practican la religiosidad que han aprendido, la que les van enseñando y mostrando sus líderes, sin tener jamás preocupaciones por la justicia y la misericordia.
Quizás, fuera de la utopía, estamos condenados a un materialismo más o menos burdo, al comamos y bebamos que mañana moriremos.
Se nos reclama, bíblicamente, el uso de la palabra, hablada o escrita. Una palabra que explote en forma de denuncia, de grito por solidaridad humana.
La justicia y la misericordia hacen preguntas diferentes. Un artículo de Paul Campbell.
Hemos convertido ciertas prácticas de la fe en méritos personales para ganarnos el favor de Dios.
Un grupo de pastores preocupados de 50 iglesias ha publicado una “Carta abierta al pueblo bielorruso”. Se dirigen a los líderes políticos y les advierten de cualquier abuso de poder. También les señalan la responsabilidad última de todos los bielorrusos ante Dios.
¿Existe otra forma de vivir? ¿O debemos conformarnos con ser parte del sumiso “rebaño lanar” en un mundo corrupto?
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