El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Descansemos en la realidad de que Él y solo Él sigue moviendo los hilos de aquello que parece habérsenos escapado de las manos.
Nadie tiene mejores planes para mí que Dios mismo, porque nadie me conoce mejor que Él.
La ciencia no hace más que descubrir lo que hace ya mucho está inventado por una mano y una mente superiores.
Solo el hecho de creer en Dios es un motivo de mofa, de burla, de escarnio público, un signo de pura estupidez.
Tan necesitados andamos de ilusión que estamos dispuestos a creer que tenemos alguna posibilidad de conseguir lo que se nos vende: solución rápida, definitiva, y lo mejor: sin esfuerzo.
Nadie más que Él podría tener el verdadero derecho de volcar Su desprecio sobre nosotros, hayamos hecho lo que hayamos hecho.
Reaccionamos con miedo ante los que nos hacen bien, porque el bien tiene un potencial y un peso en las vidas de las personas que verdaderamente asusta
Aquello con lo que alimentamos nuestra mente es lo que produce nuestra sed.
Quizá hemos de dejar de dar coces contra nuestros aguijones personales y empezar a confiar en que Dios nos ama.
La clase política que tenemos muestra lo que no nos gusta a gran escala si es en contra nuestra, pero perdonamos y excusamos si es a escala menor y en nuestro propio beneficio.
Mirar hacia atrás en vez de hacia delante nos convierte en estatuas de sal y nos inmoviliza para lo que realmente estamos aquí: predicar el evangelio de Salvación de Jesucristo
Jesús, con un criterio evidentemente muy superior al nuestro, apeló permanentemente a la oración como forma de comunicación constante con el Padre.
Examinamos la terapia: su origen, fundamentos y práctica. Psicólogos, terapeutas y consejeros bíblicos dan su perspectiva.
Nos hemos hecho más sensibles, más frágiles, más permeables a la dificultad y en el camino nos hemos ido dejando trozos de coraza.
Todas y cada una de las situaciones que suceden alrededor nuestro, están regidas por la mano de un Dios que lo controla todo y que no se cansa de hacernos bien.
¿Qué tipo de cristianismo puede volver al mundo hacia Jesús, si no es uno que sea verdaderamente relevante?
El amor sin verdad tampoco es amor, porque sentencia a las personas a perpetuarse en la mentira y no encontrar las soluciones que podrían liberarles.
El culto al cuerpo no es cosa sólo de famosos. La exposición a la que nos sometemos, sobre todo en las redes sociales, puede generar profundos problemas. Hablamos de ello con la psicóloga Lidia Martín.
Muchos de los análisis que se están haciendo son absolutamente superficiales, casi más dignos de un niño que de adultos con capacidad para votar.
Aunque Jesús volviera hoy manifestándose de la forma más evidente posible, eso no haría ninguna diferencia si en nuestro corazón estamos decididos a hacer el mal.
Merece la pena volver a los valores de fondo, los establecidos por el Diseñador mismo, y tomar buena nota de lo que, a la luz de quien lo sabe todo de nosotros, es bueno en sí.
Anunciamos un Cristo que se entregó voluntariamente, que no se prestó a jugar sucio, ni a usar Su poder
Nuestras palabras, nuestros actos, nuestras intervenciones en el día a día… no solo hablan de nosotros. Hablan del Dios al que representamos.
Cuando el cristianismo nos ha tocado la médula, decir “soy cristiano” habla de todo lo que nosotros somos, hacemos, pensamos y sentimos en cualquier ámbito.
Las personas tenemos una tendencia a creer que lo bueno proviene de nosotros y lo malo de los demás.
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