El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
No es algo teórico, sino, desgraciadamente, más común de lo que fuera deseable, existiendo diversas maneras en que tal degradación ocurre, cuando el justo renuncia o traiciona a la justicia.
La edad y los años van tejiendo en la persona un ornamento que es de gloria.
No es de extrañar que en la Biblia la luz esté asociada con la gloria, la bendición y la pureza.
La Biblia no titubea sobre quién es la última fuente de autoridad, afirmando, en el momento cuando en Israel se establecen por primera vez jueces, que ‘el juicio es de Dios’.
La filosofía que se ha impuesto es que nadie me va a dar lecciones sobre cómo he de vivir ni qué he de creer.
Hay una conquista que es mucho más difícil de lograr, porque compete al ámbito personal, no consistiendo la batalla en enfrentarse a enemigos físicos externos.
La propagación de tantos temores, se debe a la ausencia de este otro temor. Si hubiera temor de Dios, seguramente no habría esta multitud de temores.
No hay maldición sin causa, o cualquier maldición debe tener una causa, lo cual es muy lógico.
Dios es esa torre, que es inaccesible para el enemigo, pero accesible para el que corre hacia ella, abriéndose sus puertas de par en par para recibir al que allí va en busca de ayuda.
Hay un Superhombre dentro de cada ser humano, que se cree un dios y con derechos absolutos.
Una de las palabras más excelentes que existen en cualquier idioma es esperanza, porque sin esperanza no se puede vivir.
Si en nuestra sociedad la palabra culpa ha sido desechada, mucho más lo ha sido la palabra pecado, con su contenido moral y religioso, que se contempla como una arcaica noción.
Hay una relación proporcional entre el tamaño de la soberbia y la altivez y el tamaño de la ruina y la calamidad.
La prostitución vive su época dorada, por el poder de la tecnología.
No cualquier tiempo cronológico es adecuado para una determinada acción.
Lo que generaciones enteras construyeron con gran esfuerzo, para beneficio de muchos, queda pulverizado en poco tiempo.
Entre el niño y el hombre, entre la niña y la mujer, existe una continuidad indestructible.
Como hay una propensión en la naturaleza humana al desquite y la revancha, es por lo que se establece la norma de no sobrepasar el daño recibido.
Nunca hay consonancia en Proverbios entre sabiduría y maldad, ni entre justicia y necedad.
¿Quién puede darnos razón de la desenfrenada sinrazón en la que el mundo está sumido?
‘Mejor es un bocado seco y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones.’ (Proverbios 17:1).
Al dejar la ley se constituye otra ley, la que los impíos representan y promueven.
Si por algo se caracteriza la sociedad actual es por la profusión de palabras concebidas para hacer daño, ya sean orales o escritas.
Proverbios, habla de otra manera y tiene, entre otras, la palabra reprensión como método pedagógico que es preciso emplear siempre que haga falta.
Se vive cabalgando sobre nubes, soñando que son sólidas rocas, hasta que, en un momento dado, la realidad abruptamente nos despierta.
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