El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
No se conocen otros compuestos de la corteza terrestre, ni de la atmósfera, capaces de adoptar los tres estados estados físicos (líquido, sólido y gaseoso) en las condiciones ambientales de la Tierra.
Es evidente que hay cambio y adaptación en la naturaleza, pero el puro azar es incapaz de crear tanta información sofisticada.
En la Biblia ya se sugería que Dios es grande porque “atrae las gotas de las aguas, al transformarse el vapor en lluvia, la cual destilan las nubes, goteando en abundancia sobre los hombres” (Job 36:26-28).
Los vivos colores que muestran las larvas de orugas de la mariposa nocturna se interpretan como advertencia cromática para posibles aves u otros depredadores.
Según el darwinismo social, el éxito de las sociedades se debería a la supervivencia de los más fuertes. Y tal supervivencia estaría siempre moralmente justificada, independientemente de los medios que se usaran para lograrla.
A pesar del mal existente, la creación sigue alabando a Dios y evidenciando su infinita inteligencia.
La deprimente visión de la raza humana como una especie a la deriva en un universo indiferente es la que viene caracterizando a muchos pensadores y científicos hasta el día de hoy.
El Señor Jesús se refiere a las zorras para enseñar que éstas tienen su guarida pero el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
¿Es capaz la biología evolutiva del desarrollo de explicar satisfactoriamente la macroevolución? No, tampoco lo es y por una razón bastante simple: jamás se ha observado en la naturaleza.
La Biblia explica que Dios usó una zarza espinosa que ardía sin consumirse para manifestarse a Moisés ya que ningún ser humano puede ver directamente al Altísimo.
En base a la distribución geográfica de las especies, la teoría de la evolución afirma que aquellos animales que viven juntos en un área determinada evolucionan de forma similar.
El texto de Deuteronomio que se refiere a la vid de Sodoma se inscribe en el contexto de la impotencia de los ídolos frente al Dios de Israel.
La teoría de la deriva continental no empezó a tomarse en serio hasta que, en el año 1912, el geofísico y meteorólogo alemán Alfred Wegener publicó su famoso artículo.
La vid se ha considerado siempre en la Biblia como una de las tres plantas fundamentales de la cultura mediterránea: vid, olivo e higuera
Primero se supone que la evolución de las especies se ha producido por mutaciones a un ritmo constante y después se afirma que el reloj molecular demuestra la evolución de las especies en el tiempo.
Las grandes hojas del “árbol paraguas” están perfectamente dispuestas para escurrir las gotas de agua de las frecuentes lluvias que se dan en las selvas australianas.
Diferentes líderes evangélicos en España han reflexionado sobre el carácter de la apologética, la renovación del culto y la relación con el evolucionismo en unas jornadas organizadas por IBSTE.
No se trata ya de un solo tronco ancestral del que surgieron todas las ramas de los seres vivos, sino que las principales categorías de organismos estaban ya presentes en el comienzo de los tiempos. Esto es precisamente lo que predice el Diseño inteligente.
En la Biblia, las víboras aparecen siempre como símbolos negativos por el peligro que entraña su veneno.
La conocida mariposa monarca constituye un ejemplo para nosotros en varios aspectos.
La vegetación de Israel y de la actual Palestina ha sido alterada a lo largo de los siglos por influencia humana pero todavía es posible reconocer tres ecorregiones principales
No es capaz de explicar los hechos comprobados por la embriología, ni constituye tampoco un argumento sólido en favor del darwinismo.
Las famosas vacas de Basán, son comparadas por el profeta Amós con las mujeres ricas de Samaria que “oprimían a los pobres y quebrantaban a los menesterosos”.
Las ideas de Weismann dividieron a la comunidad científica en facciones hostiles. La teoría del plasma germinal o germoplasma polarizó las opiniones debilitando al darwinismo.
El varano, igual que el resto de los lagartos y reptiles, era un animal impuro y no se podía comer.
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