El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La adicción al porno afecta a toda la sociedad, también a las iglesias. El curso “Off! Hacia una iglesia libre de porno” lanza su segunda edición este mes de enero. Marcos Zapata y David Pérez explican la urgencia de esta iniciativa.
El fuerte y egoísta individualismo que vivimos en la sociedad, nos lleva también a vivir la espiritualidad cristiana solamente entre un Dios bueno y nosotros.
Vivir una espiritualidad desencarnada no es vivir la espiritualidad cristiana que comporta toda una ética de servicio que nos lleva a ser las manos y los pies de Jesús en medio de un mundo de dolor.
Si para muchos el rostro del Dios de los profetas les es desconocido, tampoco evocan al Jesús humano que vivió entre nosotros.
Una propuesta para poder estructurar el trabajo eclesiástico y coordinarlo con otras intervenciones dentro de las múltiples necesidades humanas, de forma colaborativa pero con lo espiritual de base y prioritario en la persona.
El objeto de la fe no son sus posibles mediaciones, sino Dios mismo, el encuentro personal con Dios, la conversión genuina que va a transformar todas nuestras relaciones con la vida.
Vivir disfrutando de la presencia de Dios en todo momento realmente puede transformar nuestra vida porque Dios nos espera, nos escucha, nos habla y derrama su amor y su gracia sobre cada uno de nosotros.
De los auténticos seguidores de Jesús, nunca se podrá decir que, estando abiertos a la luz de Dios y arrobados por ello, queden cegados ante lo humano.
La segunda encuesta de la Oficina Federal de Estadística sobre idioma, religión y cultura muestra unos resultados diferentes respecto a la primera edición, en 2014.
El velo se rompió, ya no hay separación, ahora el camino está abierto, se hizo la luz, la nueva creación despertó.
El volante de la historia no lo conducirá el siniestro “anticristo”, ni mucho menos, sino el Soberano de los reyes de la tierra que es nuestro Señor Jesucristo.
Toda la construcción fundamentalista se le vino abajo a Schaeffer en las montañas de Suiza, a principios de los años 50. La pregunta que todos se hacen es: ¿qué es lo que pasó?
En estos tiempos de negacionismo y teorías conspiratorias parece increíble que hubiera una época en que el cristianismo evangélico no fuera sinónimo de oscurantismo e irracionalidad.
Para acercarse a Dios ha de creerse que Él existe, y la fe tiene que ver muchas veces con ese primer paso de aproximación a la realidad que se está buscando.
Mucha gente que nunca se planteó que hubiera un Dios siquiera, no solo lo valoran porque sienten alguna necesidad en medio del caos, sino que por primera vez están alzando su vista al cielo.
Donde antes hubo vida abundante, por infinidad de causas, propias o ajenas, se ha ido empobreciendo hasta ir perdiéndose progresivamente.
En el contexto africano existe una fuerte creencia en la causalidad mística, la concepción del mundo en la que se basa la actividad de la guerra espiritual. Un artículo de J.Kwabena Asamoah-Gyadu.
Frente a una sociedad cada vez más conectada con los medios, la iglesia mundial tiene el desafío de encontrarse con los jóvenes donde están. Un artículo de Tonje Belibi.
En El Dios de Mozart, el teólogo argentino Fernando Ortega desarrolla su investigación sobre la impronta del proceso espiritual del músico austríaco en su obra. “Mozart interpreta el sacrificio en una perspectiva claramente evangélica, en sintonía con las palabras de Jesús”, dice.
Las referencias a los Evangelios llenan muchas de sus canciones desde los años 60, aunque su espiritualidad se hizo cada vez más compleja.
Texto publicado en la revista Restauración en mayo de 1981.
A través de conferencias, talleres y devocionales, los asistentes al 29º encuentro de la Unión Médica Evangélica han profundizado en cómo acercar el evangelio a sus ámbitos laborales.
La enfermera danesa Helene Sejergaard será la responsable de las ponencias, que tendrán lugar en Barcelona.
— Pero ¿en qué hemos estado perdiendo el tiempo hasta hoy?
El tema de la novela, creer o no creer, creer creyendo que sólo se cree por la obligación profesional de creer, acerca al lector al planteamiento último del tema unamuniano: la fe en Dios en esta vida y la fe en otra vida después de la muerte.
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