El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Su contribución fue especialmente enriquecedora, pues además de sus obras más reconocidas, entre 1999 y 2002 dio a conocer una serie de cuatro cuadernos bajo el título Culto-Arte. El primero de ellos es sobre Adviento, Navidad y Epifanía.
El objetivo del evento fue: “resonar y desplegar la paradójica expresión de Rubem Alves: ‘Dios murió, ¡viva Dios!’, en estos tiempos pandémicos de tanto sufrimiento y necesidad de esperanza”.
Fue en un internado presbiteriano, a la edad de 17 años, que Zwinglio descubrió su vocación pastoral y teológica.
Las apreciaciones de Pablo Richard y Zwinglio M. Dias sobre el papel de la iglesia en la historia de América Latina, han aportado una visión crítica que puede ser recuperada en estos tiempos.
En su poesía son palpables los alcances existenciales y la fuerza expresiva con que asume su labor lírica.
La teología, especialmente la de la esperanza, no es una teología que se desarrolla en la soledad; necesita diálogo, contexto, encuentro, debate.
La teología reformada sigue siendo una referencia firme para que la militancia que la reivindica se sitúe, en igualdad de condiciones, en todos los espacios sociales a fin de ejercer su labor cristiana con plena convicción de su vigencia y efectividad.
Su diálogo con la poesía italiana ha sido ejemplar. Su antología Poetas italianos contemporáneos (1978) es una recopilación de traducciones que lo muestra con un pleno dominio de esa lengua y de sus autores fundamentales.
La fuerza estructural del trabajo llevado a cabo le va a permitir a Mena profundizar hondamente en las características básicas del evangelio.
Mena ha seguido un camino teórico y metodológico que busca “vincular texto y cultura”, como no podía ser de otra manera.
Mena Oreamuno resume muy bien la perspectiva del volumen: “En este libro se presentará una forma de aproximarse exegéticamente al evangelio según Marcos”.
Escucharlo directamente fue convivir con un biblista apasionado por el impacto que las Escrituras debían tener en las comunidades latinoamericanas partiendo de una exégesis seria y crítica.
La labor pedagógica de Freire, de formación católica, fue muy utilizada por el movimiento Iglesia y Sociedad en América Latina, del que Alves formó parte en sus inicios.
Este libro es una muestra de trabajos de diversa índole sobre lo acontecido en los ámbitos eclesial durante los últimos años y que ha causado revuelo e indignación.
Análisis así resultan muy necesarios precisamente para distinguir la forma en que son falseados los ideales de las comunidades cristianas.
Lo ocurrido hace exactamente 449 años es uno de esos episodios que marcaron para siempre la historia de las transformaciones sociales y religiosas en ese siglo convulso.
“El cristianismo solo puede crear una vida comprometida para los demás”, expresa en esta entrevista Parmentier.
Estamos delante de una de las más altas manifestaciones poéticas de exaltación de la Palabra divina.
En esta summa analítica de casi 800 páginas aplicó toda su sapiencia y capacidad para mostrar los alcances de una visión de conjunto de la fe y el pensamiento concentrados en la Biblia Hebrea.
Su énfasis en el papel de la imaginación en la lectura bíblica, en la teología y en la experiencia de la fe es una de sus grandes aportaciones a la exégesis.
Ambos representan, por así decirlo, dos estaciones obligadas para comprender los alcances de la tan discutida obra lírica del autor zacatecano.
Las características de su poesía siempre han llamado la atención de la crítica, que ve en ella un extraordinario manejo del idioma.
En la crisis mundial presente, es importante recordar que el culto, centrado en Dios y tomando en serio la predicación y la escucha de la Palabra.
Coordinado por los profesores Christophe Chalamet y François Dermange, de la Universidad de Ginebra, la editorial suiza Labor et Fides está por lanzar en los próximos días este volumen en el que colaboraron más de 20 autores.
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