domingo, 7 de julio de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
 

Ecos en la propuesta ética de Paul Ricoeur: entrevista con Emmanuel Flores-Rojas

Que Paul Ricoeur fue un hombre de profunda fe, no cabe la menor duda, ya que el francés fue un filósofo de expresión cristiana, aunque no un filósofo cristiano, si por ello se entiende un pensador dogmático.

GINEBRA VIVA AUTOR 79/Leopoldo_CervantesOrtiz 17 DE JUNIO DE 2022 09:13 h
Paul Ricoeur. / Juerg Mueller, Wikimedia Commons.

Paul Ricoeur (1913-2005) fue uno de los filósofos más renombrados del siglo XX. Nunca ocultó su formación protestante, la que explica sus agudos planteamientos acerca de la hermenéutica (en general, y particularmente la bíblica). Su obra filosófica, basada en la fenomenología de Edmund Husserl, es reconocida como una de las más sólidas propuestas para el abordaje de diversas problemáticas. Son clásicos sus volúmenes sobre la Filosofía de la voluntad (1950, 1960) y Sigmund Freud (1965), así como sus estudios sobre la interpretación (El conflicto de las interpretaciones, 1969, Del texto a la acción, 1986, y Pensar la Biblia, 2002, entre muchos). En la editorial CLIE está por aparecer Ecos en la propuesta ética. El pensamiento de Paul Ricoeur, basado en la tesis de Maestría de Emmanuel Flores-Rojas, egresado de la Universidad Autónoma del Estado de México. A propósito de esta publicación, Flores-Rojas, quien también es licenciado en Teología y miembro de la Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas y Presbiterianas (CMIRP), accedió amablemente a tener una charla que se transcribe aquí. Al final se anexa un breve fragmento del libro.



[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]



Pregunta: Luego de tus estudios de licenciatura en Filosofía, ¿cómo se gestó la idea de este trabajo sobre Paul Ricoeur?



Respuesta: Durante mis estudios de licenciatura leí poco a Paul Ricoeur, de hecho, no sabía que era un cristiano reformado, como yo. En la licenciatura nunca leímos a Ricoeur en ninguna clase o curso, no sé por qué, aunque supongo que los profesores no lo conocían tan bien o, de plano, lo descalificaban por estar vinculada su obra también a la teología. Lo más que llegué a oír sobre él, fue su afirmación acerca de los tres maestros de la sospecha: Marx, Nietzsche y Freud. La idea de un trabajo de posgrado sobre Ricoeur se forjó mucho tiempo después de concluidos mis estudios de licenciatura y nada apuntaba para ello, porque mi tesis de licenciatura estuvo consagrada a la antropología dentro de la filosofía náhuatl: La concepción del hombre en el pensamiento náhuatl —tal fue el título de mi investigación. Mi ignorancia sobre Paul Ricoeur en la licenciatura fue supina, porque, aunque en esa tesis abordé profusamente la mitología de las culturas mesoamericanas, especialmente la náhuatl, no cité un texto tan fundamental para el análisis del mito y de los símbolos, como es Finitud y culpabilidad.



[photo_footer]Emmanuel Flores-Rojas.[/photo_footer]



P: ¿Tus lecturas previas apuntaban hacia ello?



R: Realmente muy poco. El tema de la tesis sobre Ricoeur se gestó durante el curso propedéutico para ingresar a la Maestría en Humanidades: Ética, en la Universidad Autónoma del Estado de México. Mientras estudiaba la licenciatura, daba clases de exégesis y por esa razón consulté Pensar la Biblia. Estudios exegéticos y hermenéuticos, libro que Ricoeur escribió con el biblista belga André LaCocque. Pero fue justo en mayo de 2005, dos días después de la muerte del filósofo francés, que tuve noticia de que Ricoeur era un cristiano protestante, que militó como tal hasta su muerte. Esa información aguijoneó mi espíritu y luego encontré Fe y filosofía. Problemas del lenguaje religioso, libro publicado en Buenos Aires en un lejano 1990. Ese texto fue definitorio para sopesar la idea de una tesis sobre la hermenéutica ricoeuriana.



Quizá mi predilección por la hermenéutica vino de manera incidental, a través de uno de los discípulos de Ricoeur en Argentina: José Severino Croatto, quien, además, me dio un curso sobre el profeta Isaías. Algunas perspectivas del teólogo argentino, las encontré después en el propio Ricoeur, sin saber que aquel se había enriquecido del francés; sin demeritar claro está, las importantes aportaciones que hizo Croatto al análisis de los mitos de creación bíblicos y en general del Antiguo Testamento. Pero el encuentro decisivo vino cuando conocí a quien fue mi director de tesis, el Dr. Adolfo Díaz Ávila, ya que, sin su sabia dirección, mi tesis no habría sido lo que es. Fue él, quien, viendo los alcances de la investigación, la “bautizó” como se titula ahora.



 



P: ¿Por ser un gran pensador y exegeta reformado? ¿Eso influyó?



R: Desde luego que sí. A mí me excitó mucho el hecho de que Ricoeur fuera no sólo un gran filósofo, sino sobre todo que él nunca renegó de su fe protestante. Y fue gracias a su vínculo con la Iglesia Reformada Francesa, de la que siempre fue miembro activo, que también ofreció un servicio intelectual a la causa de Cristo. Su profusa obra hermenéutica y exegética tuvo siempre en mente a sus hermanos en la fe, a los que quiso también bendecir, ya que ellos se beneficiaron en primer término de su rico pensamiento filosófico y teológico. Paul Ricoeur no sólo escribió para la academia, sino también para círculos eclesiásticos comprometidos con la interpretación bíblica. No hay que olvidar que, tal como Ricoeur lo recordó siendo ya anciano, él leyó la Biblia desde la infancia, actividad que nunca abandonó, gracias a su abuela.



[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]



P: ¿Cómo consideras que ha sido valorado en su faceta de biblista y gran maestro de la hermenéutica?



R: Ricoeur ha sido valorado profusamente como un filósofo cuya propuesta hermenéutica sigue produciendo muchas investigaciones académicas; es, como bien dices, un gran maestro de la hermenéutica. Pero no puedo decir lo mismo en cuanto a su faceta como biblista, porque en los círculos bíblico-teológicos eclesiásticos no se le ha ponderado lo suficiente. Que Ricoeur sea un gran pensador sobre el texto bíblico, ni duda cabe, pero creo que los lectores profesionales (teólogos y pastores) de la propia Biblia no se han apropiado lo suficiente de todos los recursos exegéticos y hermenéuticos en su aplicación homilética y pedagógica. Creo que hace falta darle mayor difusión para que la hermenéutica ricoeuriana sea aprovechada por aquellos a los que Ricoeur quiso también servir.



Aquí merece una mención especial la teóloga argentina, Beatriz Melano, quien fuera discípula tanto de Jorge Luis Borges como de Ricoeur, ya que ella impulsó la introducción de la filosofía ricoeuriana en su país a través de la publicación de El lenguaje de la fe, compilación de ensayos publicados en 1978 y cuya introducción corrió a su cargo.



 



P: ¿Cómo trabajas los énfasis éticos en su vasta obra?



R: Ricoeur es el filósofo de las mediaciones, pero lo es también de las circunlocuciones, lo que me ha permitido abordar su ética a través de esos grandes rodeos que a él mismo le gustaba hacer. En efecto, la obra de Ricoeur es muy vasta, de ahí que cuando uno se acerca a la lectura de su producción filosófica uno tiene que ir cerniendo aquellos tópicos sobre los que se quiere hacer énfasis. Simplificando la ética ricoeuriana, diría que está orientada por su perspectiva antropológica. En la primera parte de Finitud y culpabilidad, aparece el hombre lábil, donde Ricoeur proponía una fractura ontológica en el ser humano que no sólo permitía el riesgo de errar sino que, de hecho, lo hacía posible; pero, al final de su monumental obra filosófica aparece la propuesta del hombre capaz.



En esa diada del hombre falible-hombre capaz, se da la posibilidad de una ética bajo la égida de una hermenéutica ontológica. Es decir, de una hermenéutica que va más allá de la mera interpretación de textos, para convertirse en la propia interpretación humana, en la interpretación del Sí mismo como otro. No en vano, en esa obra de la década de los años 90 del siglo pasado, fue donde Ricoeur enunció lo que llamó su “pequeña ética”, es decir, la aspiración hacia una “vida buena” con y para los otros en instituciones justas.



 



P: ¿Consideras que su fe cristiana obstaculizó o complicó, de alguna manera, ciertos aspectos de su labor filosófica?



R: No creo que la fe cristiana de Ricoeur, en su expresión reformada, haya obstaculizado su labor filosófica porque él supo distinguir entre ambas; a ese fenómeno le llamaba “bipolaridad”. Aunque él tenía ciertas reticencias a que se le denominara como un filósofo cristiano, porque ahí veía cierto tufo peyorativo y hasta discriminatorio. Él quería que se le llamara filósofo a secas, porque muchos habían abusado de su bonhomía presentando su pensamiento como una extraña mezcla entre filosofía y teología, para descalificarlo a él y al conjunto de su filosofía. Ricoeur propuso que, en todo caso, se le podría llamar un “cristiano de expresión filosófica”, así como Bach fue un músico a secas y un cristiano de expresión musical, y Rembrandt un pintor a secas y un cristiano de expresión pictórica.



No obstante, yo mismo traté de tender los puentes que según mi parecer podían establecerse entre su hermenéutica bíblica y su propuesta ética. Creo, incluso, que desde el ámbito filosófico se siguen viendo con extrañeza las recurrentes incursiones bíblico-teológicas de Ricoeur. La prueba de ello es que el año pasado los editores de la revista Ricoeuriana se negaron a aceptar un trabajo porque llevaba por título: “Paul Ricoeur y el mal como drama de la libertad: libre albedrío versus siervo-arbitrio”. Quizá lo consideraron demasiado “teológico” para ser publicado en una revista de filosofía. 



 



P: ¿Qué obras suyas recomendarías para estudiantes de teología, a fin de que aprecien su importancia como pensador cristiano?



R: En primer lugar, Finitud y culpabilidad, luego, Historia y verdad, seguidos de El conflicto de las interpretaciones. Ensayos de hermenéutica, Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II, La metáfora viva, Fe y filosofía. Problemas del lenguaje religioso, Exégesis y hermenéutica, Dios, hoy, Crítica y convicción. Entrevista con François Azouvi y Marc Launay, Pensar la Biblia. Estudios exegéticos y hermenéuticos, Teoría de la interpretación. Discurso y excedente de sentido, Sobre la traducción, Texto, testimonio y narración, Escritos y conferencias 2. Hermenéutica, El lenguaje de la fe, Amor y justicia (en sus dos distintas versiones), El mal. Un desafío a la filosofía y a la teología; y, finalmente, el que fuera su último libro publicado en vida: L’Hermenéutique biblique; y también un libro publicado póstumamente: Vivo hasta la muerte seguido de Fragmentos.



 



P: ¿Qué opinas acerca de la hermenéutica de la sospecha y del distanciamiento en la interpretación? ¿Siguen vigentes esos conceptos hoy, cuando se habla tanto de la deconstrucción y de "diferir" o dejar de arriesgar creencias y postulados?



R: La importancia de la teoría hermenéutica de Paul Ricoeur sigue produciendo muchas investigaciones académicas tanto en libros como en ensayos. Incluso hay por ahí un cómic sobre la hermenéutica del sí. Por otra parte, la hermenéutica de la sospecha ha ofrecido una herramienta metodológica importantísima para la hermenéutica feminista y queer, así que creo que debe seguir profundizándose. En lo que toca a la hermenéutica bíblica el distanciamiento es imprescindible, porque muchas veces no se entiende que todos los textos de la Biblia fueron pronunciados, producidos y predicados en un contexto histórico particularísimo, y sucede que, sin la adecuada exégesis son “trasplantados” a realidades completamente diferentes de las que surgieron, pero con aplicaciones de entonces. Siempre hay que estar atentos contra la hermenéutica fundamentalista empobrecedora, que se ha impuesto en las iglesias protestantes de aquí y de allá.



Ricoeur insistió en que un texto se convierte en tal hasta la muerte de su autor, y entonces la interpretación proviene no ya de un diálogo con un autor, sino de la lectura de un texto que, aunque clausurado, está abierto para seguir diciendo. En ese sentido es que hay que tomar distancia del autor, lo que no implica desde luego, tratar con camaradería al texto bíblico, como si ya se conociera a la perfección. Tanto la hermenéutica de la sospecha como el distanciamiento en la interpretación siguen vigentes, con todo y los postulados de la deconstrucción. Ricoeur nos enseñó en su propia vida y obra, lo ineludible que son las convicciones, incluso frente a la crítica.



 



P: Dada la amplitud de la producción ricoeuriana, ¿hasta dónde puede rastrearse su utilidad en temas, por, ejemplo, de teoría de la historia, y otras áreas de conocimiento?



R: Ricoeur fue un pensador que abrevó en el amplio campo de las humanidades. Aunque fue un filósofo a “secas”, incursionó en ámbitos tan importantes como la teoría de la historia a través de su trilogía de Tiempo y narración, en Historia y narratividad, Historia y verdad, Relato, historia y ficción, La lectura del tiempo pasado: memoria y olvido; así como en su última gran obra que tuvo como asistente al actual presidente francés, Emmanuel Macron: La memoria, la historia, el olvido.



La influencia ricoeuriana también puede apreciarse en la crítica literaria, en la teoría del derecho (Lo justo, Lo justo 2, y Amor y justicia). Como puede notarse, su legado incluye también su apropiación del método hermenéutico del psicoanálisis en Freud: una interpretación de la cultura, y Escritos y conferencias: alrededor del psicoanálisis, así como en “Hermenéutica y psicoanálisis” (segunda parte de El conflicto de las interpretaciones), sin olvidar desde luego el método fenomenológico: A l’école de la phénoménologie.



 



P: Por último, ¿cómo sugerirías a los teólogos/as en activo que se acerquen a la obra filosófica, y especialmente hermenéutica, de Ricoeur?



R: Propondría que el protestantismo, especialmente el latinoamericano, se apropie de un filósofo tan cercano a nosotros por ser también latino. Lamento que en México sea tan poco conocido y que en nuestras iglesias y seminarios sea tan ignorado. Esa apropiación debe comenzar por leer las grandes obras de Ricoeur consagradas a la hermenéutica bíblica y a la teología, para pensar con él y más allá de él. A los teólogos reformados no les haría mal releer su crítica filosófica a la doctrina agustiniana del pecado original: “El ‘pecado original’: estudio de su significación”, en El conflicto de las interpretaciones.



Ahora que está por celebrarse el Día del Padre, como pastores y teólogos no nos haría mal leer su interpretación sobre la paternidad a partir de la teología del Antiguo Testamento como del psicoanálisis en “La paternidad: del fantasma al símbolo” (Ibid.). La reflexión en torno a la paternidad divina y humana nos permitiría abandonar esas prácticas patriarcales y machistas que han sido especialmente lesivas para las mujeres y para las infancias, no sólo dentro de la Iglesia sino de la sociedad en general. El cristiano reformado que fue Paul Ricoeur tiene una metodología hermenéutica y una epistemología de las ciencias humanas y sociales que nos pueden permitir dialogar con el mundo moderno, sin rehuir nunca los desafíos de la crítica filosófica y de la ciencia.



*



…la filosofía ricoeuriana se reveló como antropológica y ontológica, al mismo tiempo. Ricoeur no rehuyó una reflexión necesaria sobre lo religioso, porque a partir de la lectura de Jules Lachelier pudo entender que debe tratar de entenderlo todo, incluso los fenómenos religiosos del hombre de fe.



Que Paul Ricoeur fue un hombre de profunda fe, no cabe la menor duda, ya que el francés fue un filósofo de expresión cristiana, aunque no un filósofo cristiano, si por ello se entiende un pensador dogmático. [..] Ricoeur desde su más tierna infancia fue sometido a un encuentro constante y sistemático con el texto bíblico a través de la lectura cotidiana de las Escrituras que se llevaba a cabo en el seno familiar. Desde ese encuentro con lo bíblico y teológico, Ricoeur pudo reconocer años después, lo que denominaría genéricamente como “convicción” de un sujeto que ha sido convocado por una palabra que le precede, la Palabra de Dios. De ahí Ricoeur puede decir: “la palabra es mi reino”.


 

 


0
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 



 
 
ESTAS EN: - - - Ecos en la propuesta ética de Paul Ricoeur: entrevista con Emmanuel Flores-Rojas
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.