El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El cristiano no puede tener una ética intramuros de las iglesias y otra cuando se encuentra inmerso en las realidades temporales, sean políticas, sociales o económicas.
Tú, conquistador de almas, nunca subestimaste a quienes carentes de todo necesitaban un poco; un poco de ti es demasiado.
Tengamos cuidado con lo que opinamos y decimos; podemos hacer mucho daño a personas inocentes, y eso sigue viéndolo el Señor y será quien actúe en consecuencia.
Si falla la misericordia, desaparece también la denuncia.
Cuando se olvida al pobre, se le oprime, se le despoja o se pasa de largo ante su dolor, se imposibilita toda relación cúltica.
Nuestro Dios se muestra como valedor de los pobres, de los oprimidos, de los abusados e injustamente tratados.
Muchos practican la religiosidad que han aprendido, la que les van enseñando y mostrando sus líderes, sin tener jamás preocupaciones por la justicia y la misericordia.
Los religiosos de la parábola del Buen Samaritano, estaban condicionados por el cumplimiento del ritual. Cumplidores religiosos que no entendían nada de lo que podría ser el Evangelio.
Ellos fueron una “buena noticia” para muchos, a los que su mensaje de amor sigue inspirando hasta el día de hoy, pero ¿es esa “la buena noticia” de Jesús?
Algunas comunidades de cristianos que sufrían persecución antes del contagio masivo de la Covid-19, ahora están marcando un impacto en su entorno más inmediato.
Si no practicamos la misericordia, el compartir y la justicia, nuestras alabanzas pueden ser ruido que interceptan la relación con Dios.
La crisis migratoria requiere mucho más que política, dice la experta en lengua y cultura árabe, Victoria Aguilar.
El bien hace bien al que lo practica; el mal hace mal al que lo cultiva. Se trata de una regla universal e intemporal.
Son religiosos, los dos son creyentes y acuden al templo.
En El Dios de Mozart, el teólogo argentino Fernando Ortega desarrolla su investigación sobre la impronta del proceso espiritual del músico austríaco en su obra. “Mozart interpreta el sacrificio en una perspectiva claramente evangélica, en sintonía con las palabras de Jesús”, dice.
No hay que arrancar, desarraigar, desconectar la Navidad del fuerte compromiso de Dios con los hombres.
Cuando sé bien que alguien necesita de mi ayuda, y por algún tipo de razón no puedo hacer lo que quisiera, mi corazón se llena de misericordia y de dolor.
Amar es perdonar y pedir perdón, amar es decir “lo siento” en muchas ocasiones y aceptar las disculpas de quién amas.
Tendríamos que comenzar los seguidores de Jesús por asumir los valores del Reino en su radicalidad, y sacarlos a la palestra pública.
Es fácil reducir a los demás a una ideología o afiliación política, llamarlos “fanáticos de derechas” o “izquierdosos”. La gente, no obstante, es mucho más que sus caricaturas.
Me encanta leer en la Biblia una y otra vez que Dios nos perdona y no nos trata tal y como merecemos, sino que derrocha su gracia y misericordia con nosotros.
En cuestiones de fe hay que estar muy atentos cuando el no puede ser un sí.
El auténtico ritual debe estar avalado por el compromiso con el prójimo, con el hombre y, fundamentalmente, el hombre necesitado.
Es oriundo de la región oriental del mar Mediterráneo, por lo que en Israel abunda en estado natural y también se ha venido cultivando desde tiempos bíblicos.
Se necesita una reflexión sobre el proceso evangelizador, sobre los compromisos para evangelizar y las líneas de acción evangelística comprometida con el mundo.
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