El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Estas son lecciones que he aprendido a lo largo de los años compartiendo el evangelio con católicos romanos.
En pocas palabras, según el cardenal, todos los seres humanos serán salvos por Cristo, con o sin fe en Cristo.
A pesar de ser “conservador” y “tradicional”, la suya era una ortodoxia católica romana completa donde no hay espacio para las “cinco solas” de la fe evangélica.
Ni el paradigma tridentino ni los diversos caminos sinodales queridos por el Papa Francisco indican un giro evangélico en la Iglesia de Roma.
Después de iniciar las relaciones diplomáticas en 2018, Pekín y la Santa Sede anuncian ahora la prolongación hasta 2024 sobre la elección de los prelados chinos.
Durante siglos, el catolicismo romano ha considerado a Tomás de Aquino como su campeón.
La verdadera reforma requiere abandonar todo lo que Roma ha añadido a la fe evangélica para volver a la fe bíblica.
Roma teme que el péndulo de la catolicidad rompa el marco del romanismo.
Algunos líderes evangélicos hablan de “la extraña naturaleza del sistema político” del país. Lo comparan a “un carro de casi mil parlamentarios, más otros miles de asesores, que hacen y deshacen sin tener la clave del problema”.
A través de la reestructuración de la Curia Romana, la evangelización y la misión están ahora en el centro institucional del Vaticano.
Estamos tratando con un eje fundamental del catolicismo romano tradicional con el imprimatur, es decir, el sello de aprobación del magisterio.
Causó una gran impresión tener una pieza de Warhol entre las docenas de obras de arte alojadas en un espacio de culto evangélico en Roma para una exhibición de una semana antes de una subasta.
Esta comprensión diferente del impacto del pecado significa que la gracia encuentra en la naturaleza una actitud receptiva, que permite el optimismo humanista del catolicismo romano.
El Seminario Teológico Chino Italiano ha sido inaugurado en Roma por un grupo de 55 iglesias chinas asentadas en el país transalpino. Formará pastores para las comunidades de habla china en Italia y el resto de Europa.
La liquidez de Francisco no es más que una versión pálida de la turbo-liquidez que viene de la Alemania católica.
El acto de consagración al Inmaculado Corazón de María debería dejar boquiabiertos a todos los evangélicos que, en los últimos años, se han emocionado al ver en el Papa Francisco a un “creyente” cercano a la fe evangélica.
En la Eucaristía, el catolicismo romano pone en juego toda su cosmovisión: su visión de la realidad tocada pero no empañada por el pecado, la extensión de la encarnación en la iglesia, la divinización del hombre.
Muchos católico romanos (y también muchos observadores no católicos), están perplejos, si no consternados, por un Papa que parece decir y no decir, argumentar a favor de algo y socavarlo, afirmar una posición y contradecirla al siguiente suspiro.
El hecho de que Al Mohler diga que el catolicismo romano es una “tentación” es una señal de vigilancia espiritual que se agradece.
Roma no es un lugar mejor porque ha creado un sistema teológico que no está comprometido con la sola Escritura, ni con Cristo solo ni con la sola fe.
La distinción entre Creador y criatura es decisiva para no caer en la trampa de elevar la iglesia a un cuerpo cuasi divino.
El catolicismo romano no ha sido capaz de hacer frente al individualismo contemporáneo, al libertinaje sexual y al consumismo desenfrenado y globalizado.
Esta pregunta no la hace un secularista amargado ni siquiera un avezado corredor de apuestas sino el devoto erudito católico romano George Weigel, antiguo biógrafo de Juan Pablo II.
En su nuevo libro, el teólogo y pastor evangélico italiano Leonardo De Chirico defiende la necesidad de comprender la teología que diferencia a evangélicos y católicos.
Stott no escribió un libro sobre el catolicismo y, por tanto, no tuvo la oportunidad de desarrollar su análisis en profundidad. Sin embargo, hay huellas significativas en sus libros y en las iniciativas en las que tuvo un papel destacado que se pueden valorar.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.