El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El cristianismo tiene que hacerse una realidad personal, que inspira nuestros pensamientos, llena nuestras palabras e impulsa nuestros actos.
La única tabla de salvación que tenemos, es la gracia de Dios.
Que hoy nos ilumine Su Palabra para reconocer el camino de vida, y para rechazar el camino estéril que no promueve la esperanza.
Demos gracias a Dios por su buena noticia que rompe con todo determinismo, y abre todos los destinos cerrados y los callejones sin salida.
Participamos en la iglesia no para quedarnos aquí, refugiados de la maldad del mundo y gozándonos del amor de Dios, sino para ser enviados.
A pesar de nuestra condición caída, nos incluye en sus buenos planes de bendición.
Como bautista, he visto que casi todos los principios de esta denominación provienen de convicciones, hallazgos y afirmaciones de los anabautistas pacíficos del siglo XVI.
La palabra de Dios es una buena noticia, es evangelio, pero hay que librarnos de la tentación de convertirla en ideología, cuando comenzamos a ver a los demás como inferiores.
Si tenemos un corazón humano, hecho a imagen de Dios, tenemos la facultad, y la necesidad, de amar.
Este capítulo Jesús mismo se adentra en el misterio de Dios mismo y la voluntad divina.
Podemos enfrentar la perspectiva del futuro no sólo con la nostalgia de la recuperación de lo perdido, sino con la esperanza de ser mejores, de añadirle sabiduría al corazón; porque por la gracia de Dios no volvemos a estar igual que antes, sino que tendremos una mayor gloria.
Nosotros no damos luz, sino testimonio de la luz. La luz es Cristo, y nosotros damos testimonio de esa luz.
Al iniciar el año nuevo aceptamos la invitación que nos da el calendario para volver a empezar.
¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Para qué vivir? ¿Qué sentido tiene la existencia? La respuesta está en el encuentro con Jesús.
Pensar que la adoración no tiene nada que ver con la ética es un gran error.
Reflexiones de adviento (2): Nuestra visión de la promesa de Dios nos permite vivir la vida plena, en santidad y justicia.
Reflexiones de Adviento (1): En eso consiste seguir a Cristo. Es creer que este mundo tiene esperanza y puede ser reparado, tiene posibilidades y puede cambiar, solamente por el evangelio.
El Día de Acción de Gracias también tiene sentido aquí en Paiporta, una de las poblaciones más afectadas por la riada de hace un mes.
Se ha confundido la meta de la Gran Comisión: No es hacer convertidos, sino discípulos.
La influencia de Escobar consiste en un modelo cristiano de vida sencilla y modesta.
Hemos de mantener vivo el equilibrio entre lo que decimos y el cómo lo decimos.
En un intento de seguir en la misma tradición de reflexión y diálogo, después de los cinco siglos que han pasado, viene al caso hacer una evaluación sobre la pertinencia del protestantismo.
En esta segunda parte, ahondamos en la necesidad de crecimiento numérico, ético, orgánico, corporativo y misional.
El continente no ha sido impactado por la fuerza transformadora del evangelio, y en esa culpa también participamos los evangélicos latinoamericanos.
Somos al mismo tiempo abejas y moscas, moscabejas que reconocemos lo hermoso y también señalamos lo doloroso.
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