El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Estas oraciones a menudo me han conmovido hasta las lágrimas y me han llevado hacia profundos encuentros con Dios.
Jesús nos ha llamado por nuestro nombre, sabe nuestra vida y nuestros retos, no le ha importado que seamos de la minoría y ha pasado por encima de nuestros pecados, solo nombrándolos para que nosotros mismos nos demos cuenta que son el claro síntoma de nuestra sed.
La explicación clara de la Palabra a otros es un servicio necesario en la comunidad de los discípulos de Jesús.
Estamos ya en medio de uno de estos cambios de época que cambiarán este mundo profundamente. Pero cada crisis es una oportunidad.
Cuesta renunciar a aquello que poseemos y tenemos querencia aun sabiendo que no nos es provechoso.
El orgullo es siempre el mayor obstáculo para reconocer la culpa. Si esto es así a nivel individual, lo es también a nivel colectivo.
Cristo es el ejemplo perfecto de equilibrio, de cara a los extremos que se encuentran en el ser humano. Aquel que fue el Mesías esperado, siendo Rey vivió como un siervo.
Salir bien parados de todo esto requiere un cambio de corazón, una reconciliación y relación profunda con el Creador a nivel personal.
Como la miel es susceptible de fermentar, por ser un producto orgánico, no podía quemarse para ofrendarla a Dios.
Dos mujeres, dos formas de peregrinaje, de desarrollar un ministerio, de influenciar, que te muestran cómo hacer y cómo no hacer las cosas.
Esta creencia en las ilimitadas posibilidades humanas está bien arraigada, haciéndonos creer que somos los señores y artífices de nuestro presente y futuro.
Medimos nuestras fuerzas de forma imprecisa, incorrecta y profundamente arriesgada. Lo hacemos, además, de forma frecuente, sistematizada.
El Foro Davos anuncia un gran reseteo global... y el papa Francisco lo apoya con su nueva encíclica Fratelli tutti, que coincide con la ideología de la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal
Igual resulta que nada de esto puede salir bien cuando, en vez de cooperar, a lo que nos dedicamos es a usarnos unos a otros para conseguir cada cual lo que queremos.
“La mayoría de la gente está desesperada”, dice un cooperante en la zona de la ONG evangélica Remar.
Hoy es un buen día para comenzar a abrir ventanas y dejar que el aire fresco de su gracia ventile la rancia esencia de lo viciado por el tiempo y la pereza.
Así como el Padre envió al Hijo también nos envía para que continuemos lo que Él dejó.
Traigo delante de ti cuatro conceptos, precisamente para ayudarnos a hacer balance en este momento del año.
Certifiquemos sin cansarnos la dicha de los que amamos al Creador de todo el universo.
Me desagrada este nuevo estado que nos mantiene cercanamente alejados.
Lo fácil era salir al balcón a aplaudir. Eso no cuesta nada. Lo difícil es ser personas responsables y consecuentes.
Cantantes, coros e iglesias locales de toda España unen sus voces para bendecir al país.
Desde México, hasta Panamá, y alrededor del mundo las iglesias cristianas se proyectan hacia la comunidad necesitada en medio de la crisis desatada por el coronavirus. Esto y más en El Informativo.
Un poema de Federico J. Pagura, de febrero de 2007, tomado de la Red de Liturgia del Consejo Latinoamericano de Iglesias. (Selecciona Isabel Pavón)
El afán recaudatorio de la Hacienda española lleva a casos de actuación injusta, ilegal e inhumana. César Vidal expone esta evidencia, así como casos concretos que ilustran este tipo de actuación nada infrecuente y de la que es muy difícil defenderse.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.