El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La ciudad sigue durmiendo tranquila, continúa con sus rutinas habituales, mientras al mismo tiempo se produce la mentira, el engaño el adulterio y el asesinato.
¿Sobre qué fundamentos hacemos memoria de Jesús? ¿Rememoramos su camino histórico de un modo integral?
En ese mundo esquematizado por la obsesión del control como forma de evitar un sufrimiento mayor, se ha dado paso al olvido de la oferta sincera de vida que encontramos en el texto bíblico.
¿Qué valor le damos a mantener las propias convicciones cristianas anteponiéndolas a cualquier otro provecho?
Quiero escoger dos términos clave: fe y palabra. Porque creo que se trata de dos conceptos recíprocos e indisociables. La fe nunca puede ir sola sin la palabra.
Cuando el miedo se introduce como vector del comportamiento frente a los otros, a menudo aparecen las pasiones más bajas en forma de violencia y odio.
En el poder plasmamos deseos y convicciones desde un temperamento que no admite errores, y mucho menos la incapacidad a la que nos vemos inducidos por el pecado.
La tarea de gobierno debe encomendarse a personas sabias, honradas, decentes, integras y con un verdadero y sincero interés por servir al pueblo.
Nuestras experiencias más dolorosas, nuestros orígenes, todo ello son factores que nos influyen. Pero no tienen el lugar que se les ha dado en nuestra sociedad global materialista.
Conocer y creer al Dios bebé, el Señor de Señores, nos ha enseñado que este mundo solo cambia cuando se buscan primero los valores del reino de Dios y su justicia.
Ese Cristo minúsculo, reducido a las voluntades individuales y del que muchos se apartan cuando ya no cumple con sus deseos, es tan cierto en muchas vidas como distante de aquel que se ha encarnado.
Tú siempre eres más de lo que podamos imaginar.
Porque somos humanos y todo lo humano se puede tratar, para nosotros son importantes las historias que reflejan nuestro dolor y, al mismo tiempo, nos recuerdan que podemos ser amados, perdonados e incluso salvados.
Aunque las instituciones continentales hablan de una mejora de la calidad del aire, expertos alertan de que “cada año que pasa, la dificultad de mitigar el impacto aumenta”.
Jesús escoge la alegría, el gozo, el disfrute humano de una sencilla boda de pueblo para darse a conocer.
El dinero no hace la felicidad, claro está, pero gracias a su convincente poder fascinador, produce algo tan parecido que la diferencia es cosa de especialistas.
Salir bien parados de todo esto requiere un cambio de corazón, una reconciliación y relación profunda con el Creador a nivel personal.
Eran más los que mejoraban con la desprescripción que con la prescripción.
La visión de que “todo es un absurdo” sobrepasa el dolor. Desencaja cualquier concepción que pudiera haberse hecho de la vida, de todo cuanto conocemos.
Tras el incendio que arrasó el antiguo campamento, apenas un reducido número de refugiados ha sido reasentado fuera de Lesbos.
El Jesús interpretado a partir de su vida, muerte y resurrección, con toda la carga de radicalidad evangélica que plantea, constituye lo no negociable del cristianismo.
Renunciar a los hechos es renunciar a la libertad. Si nada es verdad, todo es espectáculo.
Nosotros mismos somos el elemento que más nos desconcierta de este mundo.
En un mundo que se sujeta a sus propias falsedades, la verdad acaba resultando ser el consenso de la mayoría, aunque objetivamente sea absurda e increíble desde las propuestas de la razón.
Son cereales que soportan bien los cambios climáticos bruscos, crecen pronto y resisten bien las plagas.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.