El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La revelación de Dios resucitando a Jesús no apunta a un pasado estático, fosilizado y manipulable, sino que está llena de dinamismo, un dinamismo marcado por la vida de Jesús de Nazaret.
Muchas veces, la soledad viene marcada por el dilema de qué hacer cuando se sabe que en nuestro contexto se está haciendo mal y somos conscientes de ello.
Vamos a considerar que la salida del pueblo de Israel de su esclavitud en Egipto pueda considerarse también una alegoría del campo de batalla de la mente, de la lucha de la conciencia en su conquista por la libertad espiritual.
De lo que se trata es de ser como él fue y vivir como él vivió.
No importa solo el significado de un texto, sino realizar un acercamiento sistémico, es decir, tener en cuenta la totalidad del relato.
Creer que la tradición judeocristiana tiene la culpa es fácil para el ser humano de hoy que tiende a alejarse de las cuestiones religiosas. Ahora bien, ¿es acertada semejante acusación?
No hay soluciones fáciles ni juicios de valor simples que sirvan para retratarnos a nosotros, los seres humanos y espirituales tan complejos que somos, creados a imagen y semejanza de Dios.
Para Jesús, servir no es otra cosa que dar la vida. Por tanto, la iglesia tendrá que tomar nota.
Marcos ha convertido el anuncio de Jesús en argumento y contenido de un libro.
¿Con qué Ester me quedo?
La ciudad sigue durmiendo tranquila, continúa con sus rutinas habituales, mientras al mismo tiempo se produce la mentira, el engaño el adulterio y el asesinato.
¿Sobre qué fundamentos hacemos memoria de Jesús? ¿Rememoramos su camino histórico de un modo integral?
En ese mundo esquematizado por la obsesión del control como forma de evitar un sufrimiento mayor, se ha dado paso al olvido de la oferta sincera de vida que encontramos en el texto bíblico.
¿Qué valor le damos a mantener las propias convicciones cristianas anteponiéndolas a cualquier otro provecho?
Quiero escoger dos términos clave: fe y palabra. Porque creo que se trata de dos conceptos recíprocos e indisociables. La fe nunca puede ir sola sin la palabra.
Cuando el miedo se introduce como vector del comportamiento frente a los otros, a menudo aparecen las pasiones más bajas en forma de violencia y odio.
En el poder plasmamos deseos y convicciones desde un temperamento que no admite errores, y mucho menos la incapacidad a la que nos vemos inducidos por el pecado.
La tarea de gobierno debe encomendarse a personas sabias, honradas, decentes, integras y con un verdadero y sincero interés por servir al pueblo.
Nuestras experiencias más dolorosas, nuestros orígenes, todo ello son factores que nos influyen. Pero no tienen el lugar que se les ha dado en nuestra sociedad global materialista.
Conocer y creer al Dios bebé, el Señor de Señores, nos ha enseñado que este mundo solo cambia cuando se buscan primero los valores del reino de Dios y su justicia.
Ese Cristo minúsculo, reducido a las voluntades individuales y del que muchos se apartan cuando ya no cumple con sus deseos, es tan cierto en muchas vidas como distante de aquel que se ha encarnado.
Tú siempre eres más de lo que podamos imaginar.
Porque somos humanos y todo lo humano se puede tratar, para nosotros son importantes las historias que reflejan nuestro dolor y, al mismo tiempo, nos recuerdan que podemos ser amados, perdonados e incluso salvados.
Aunque las instituciones continentales hablan de una mejora de la calidad del aire, expertos alertan de que “cada año que pasa, la dificultad de mitigar el impacto aumenta”.
Jesús escoge la alegría, el gozo, el disfrute humano de una sencilla boda de pueblo para darse a conocer.
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