El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Muchas familias se juntan porque no queda otro remedio, y estoy convencido que los niños y las niñas salvan la fiesta, que para ellos sigue llena de expectación.
La visión profética de Laodicea anuncia el modelo de una iglesia que tiene a Jesús afuera, a la puerta, llamando para poder entrar.
Todo esto aconteció aproximadamente por el siglo XVIII a.C.
Desde hace mucho tiempo vengo observando la curiosidad que suscitan las religiones orientales, y no dejo de preguntarme cuál será la razón de ello.
Con la puesta en marcha de las campañas publicitarias a favor de la opción atea, se abrió en su día un interesante debate que dejó a muchos con una inquietud permanente.
Desde mediados del siglo XIX los cristianos han tenido el deseo de unirse en un solo sentir, al experimentar en esa época una devaluación espiritual sin precedentes. Sin entrar en demasiados detalles de quieres fueron los pioneros en la unión de diferentes confesiones religiosas cristianas, hay que destacar la Alianza Evangélica Mundial fundada en 1864.
Hace ya algunos años que me he interesado en profundizar en la historia de la educación en España. Son demasiados los tópicos que hacen que la realidad tenga un color difuminado y por si fuera poco posea un color tendencioso dependiendo de quien venga la información o simplemente según las fuentes históricas que se manejen.
En días pasados cité al poeta de lengua alemana, Rilke, nacido en Praga en 1875, en relación a su visión del paisaje desde su punto de vista poético, y ahora quiero resaltar su peso específico en cuanto al misticismo que transmite en sus obras.
Una de las actividades que más agradan a los alumnos de cualquier colegio es el ir de excursión a algún lugar desconocido. El simple hecho de salir del Centro Escolar supone un grado de motivación extra, que en muchos casos resulta insuperable de otro modo, y la lección que aprenden penetra en sus mentes de forma indeleble.
Si hay algo que caracteriza a los cristianos evangélicos es el uso de la Biblia en la cabecera de todas sus acciones, al menos esa era la tónica dominante en el pasado. El creyente iba a la Palabra de Dios a buscar dirección y consejo para afrontar los problemas diarios, amoldándose y conformándose al propósito de Dios para su vida.
El día 5 de noviembre de 2008 a las 5:00 h de la madrugada me di cuenta de lo poco que conozco de los Estados Unidos, de sus gentes, de su idiosincrasia y de su forma de ver las cosas, al ver la retransmisión en directo de los resultados del escrutinio de los votos en las elecciones más importantes de la historia.
Siempre me ha llamado la atención la buena acogida que tiene y ha tenido la Obra de Tagore en España a lo largo de los tiempos, a pesar de que según nos relata el profesor Shyama Frasad Ganguly de la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi, la mayor parte de Occidente sufriera un desengaño mayúsculo con su pensamiento (expresado en el correspondiente rechazo en Europa), tras haberle otorgado la Academia Sueca el Premio Nóbel en 1913.
Ya tengo comentado en este espacio de filosof@re que muchos se escapan o se burlan de afirmaciones categóricas que nos hace la Palabra de Dios. No hace muchos días tuve la oportunidad de hacer un viaje fuera de España con unos buenos amigos no creyentes.
En el contexto en el que nos movemos el pueblo evangélico o protestante, tenemos la oportunidad de escuchar una y otra vez la Palabra de Dios, y aprender por el simple hecho de oír. Durante un período de setenta años en nuestro país, el grado de analfabetismo era atroz, y el método empleado por los misioneros procedentes de Inglaterra, era muy positivo.
Joan Manuel Serrat en una de sus canciones, evocando a Machado dice: “Cuando el jilguero no puede cantar, cuando el poeta es un peregrino, cuando de nada nos sirve rezar. Caminante no hay camino, se hace camino al andar."
Hace 100 años, el día 7 de febrero de 1908 fallecía en la capital Cubana de la Habana, Manuel Curros Enríquez, escritor y poeta gallego.
Son muchos los sentimientos que afloran en el periodo navideño y espero que pocos tengan el atrevimiento de criticar que me adelanto al evento, puesto que ya que estamos inmersos en el compulsivo sistema de mercado de comprar y comprar.
Cuando te acercas a otras culturas y religiones observas la necesidad que tiene el ser humanos de buscar aquello trascendente, que le supera y no puede controlar, con el fin de encontrar una solución a su insatisfacción interior.
En 1920 llega a Marín Arthur Stanley Chapell y el asentamiento protestante en Ourense va estabilizarse, después de varios intentos fallidos. En el primer viaje dos misioneros visitan Ourense y se encuentran a un excolportor de Brasil (7 de septiembre de 1920), el cual se alegra muchísimo de verles por sentirse aislado en la ciudad. El 31 de agosto de 1922 comienzan a buscar la forma de abrir un local de cultos en Ourense.
Con frecuencia escuchamos la facilidad que tienen algunos para hacer la pelota a los demás y curiosamente, también podemos identificar a aquellos que les encanta estar rodeados de pelotas que les dicen a todo que sí.
Resulta muy curioso para algunos, que la actitud de la iglesia mayoritaria en España, haga frente a la implantación de la asignatura “Educación para la ciudadanía y los derechos humanos”.
En el período de la Transición en España, cuentan que una vez legalizado el Partido Comunista de España, representado entre otros por Santiago Carrillo, hubo un debate a tenor de qué bandera era la que debía ondear en el nuevo orden constitucional.
Cuando el presidente del gobierno, Zapatero, llegó al poder, una de sus primeras frases, muchos la recordarán, fue algo así como… el poder no me va a cambiar.
Parafraseando un versículo de la Epístola de Santiago que dice: pedimos y no recibimos, porque pedimos mal, para gastarlo en nuestros deleites, escucho con cierta frecuencia que en los tiempos de persecución había más compromiso con el Señor y una consagración genuina.
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