El deseo ecuménico

Tras la primera guerra mundial en la que cesaría en sus actividades, sería refundada en 1951 y hoy goza de muy buena salud con casi 3 millones de iglesias locales y 380 millones de cristianos integrados en dichas alianzas. En la misma línea, los movimientos protestantes quisieron buscar puntos de encuentro en su diversidad y valiéndose de Comites como Vida y Obra, y Fe y Orden, además de las Sociedades Bíblicas comenzaron su andadura por llegar a acuerdos y alianzas que se materializaron en la organización que hoy se conoce como (C.M.I.) Concilio Mundial de Iglesias, que es la organización ecuménica más importante y que se constituyó en Holanda en 1.948, la cual no exige uniformidad al dejar lugar para todas las iglesias que se denominan "Cristianas". La Iglesia Católica Romana se acerca al Movimiento Ecuménico con la Iglesia Evangélica en 1952 cuando se funda la Conferencia Católica para las Cuestiones Ecuménicas. Más tarde se abren las puertas del Concilio Vaticano II y según todos los indicios el eminente teólogo Hans Küng logra convencer al papa Juan XXIII, de que la libertad religiosa deje de ser una asignatura pendiente en muchos paises y esto llevaría a Roma a acercarse al ecumenismo de manera directa y sin escusas. En 1961 la Iglesia de Roma envía una delegación oficial del Vaticano para participar en un encuentro del CMI en la capital de la India y en 1965 se establece un grupo de trabajo mixto entre el Vaticano y el Consejo Mundial de Iglesias. Sin embargo los avances en el tema ecuménico son lentos y dolorosos. Hace tan solo unas semanas saltó a los medios de comunicación de perfil religioso, la noticia de que el Cardenal Kasper( Presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos), propone dar un impulso firme y definitivo al movimiento ecuménico, con la creación de un “catecismo ecuménico”, colaborando para ello con varias confesiones protestantes. Las reacciones no se han hecho esperar y mientras los unos callan, los otros piden por favor que jubilen al cardenal cuanto antes. No parece muy probable que esta iniciativa salga adelante, puesto que a pesar de que los esfuerzos ecuménicos de los católicos sean evidentes, no todos los grupos protestantes van a tener la misma disposición de aceptar muchas de las tesis con las que comulgaba el hermano Roger (fundador y pastor protestante de la comunidad de Taizé, asesinado el 16 de agosto de 2005) y que confluían magistralmente con las del Vaticano.