El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Nuestro desafío hoy es abandonar muchas cosas que nos atan y ocuparnos de lo que merece la pena.
Es parte de nuestra responsabilidad cristiana comprender los mecanismos de la democracia, sus códigos comunicacionales en cada contexto y desarrollar modos de cultivarla y hacerla cada día más viable y efectiva.
A pesar de su disparidad de creencias, sus vidas tienen coincidencias sorprendentes junto con diferencias evidentes.
No deja de ser sorprendente la innumerable cantidad de ‘imitaciones’ con las que se vive esta vida, con las que se pretende olvidar ese concepto bíblico tan relevante como es el de “vivir”.
Esta afortunada experiencia nos da la oportunidad de poder tener un encuentro con nuestro Creador.
En nuestro viaje debemos portar escaso equipaje como buenos peregrinos, gente de paso.
¿Es posible existir entretenidos solo en cosas, de tal modo que la vida se nos escape entre las manos sin poder disfrutarla en realidad?
Habacuc es el portavoz de las grandes preguntas que creyentes y no creyentes se han hecho a lo largo de la historia.
Su documento, de alto vuelo bíblico y teológico, cae a tierra y pierde pertinencia y sentido práctico cuando lo aplica al contexto y realidad que vivimos hoy.
Ni desde dónde…, ni por qué…, ni para qué…
Sin dudas, las teorías de conspiración están en nuestros púlpitos. Los profetas del desastre harán su agosto.
Personas con baja defensa bíblica, fluctuaciones en su sistema de creencia y bajo discernimiento deben observar un cuidado especial.
Su palabra imperecedera, viva, fresca, llega al hombre con la contemporaneidad de un escrito reciente, actual.
En este tiempo nuestro lo que sí sucede es que los cambios se producen más rápido, de forma más brusca, más violenta, más sangrante.
Pienso que, en ocasiones, los títulos resultan engañosos, y si es verdad que permiten abrir muchas puertas, no es menos cierto que a veces se convierten en trampas que extravían vocaciones.
pasamos nuestra vida esperando grandes eventos, situaciones trascendentales y victorias espectaculares. Mientras esperamos esos momentos y ponemos toda nuestra concentración y nuestro esfuerzo para que puedan llegar, se nos escapa la grandeza de lo más simple.
Es alentador pensar que sobre la vida y obra de este fascinante personaje se esté despertado un inusitado interés.
El evangelio, por el impacto y el contenido transformador que contienen sus valores, está llamado a redimir la cultura, sin menoscabo de su esencia.
Cual los amigos de Job, transitamos por los pasillos de la especulación, con frecuencia poseídos de una retórica literalmente semejante a la que ellos emplearon cuando trataron de explicarse para su propia satisfacción.
Tenemos que humanizar más a los pastores, y los pastores deben mostrarse más humanos a su congregación. Ellos deben aprender a pedir auxilio a tiempo, y no esperar llegar a lo irremediable.
Invertir en los niños implica desarrollar métodos y técnicas que eleven la calidad didáctica de la educación bíblica.
El sentido de pérdida patrimonial cuando se trata de personas valiosas parece que está perdiendo vigencia en nuestra sociedad.
Hoy es apreciable un brote de inmadurez cristiana flotando en las redes.
Usted puede serlo, pero su ateísmo tiene puntos insostenibles e inexplicables.
La justificación es un acto, la santificación es un proceso.
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