Desafío a vivir

La conocida actriz María Castro “rompió” con la moda imperante en las redes sociales, de retocar las fotos para eliminar las arrugas y el paso del tiempo, al afirmar públicamente: “Me gusta ver cómo me hago mayor”. Hablaba del desafío a ser como uno es, sin importarle lo que otros puedan decir o pensar.

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La verdad es que hoy, si no estás en el Facebook, no tienes seguidores en Twitter, una cuenta en Instagram y no circulas por unas cuantas redes sociales más, no eres nadie. El problema es que si lo haces, eres alguien que no tiene tiempo para casi ninguna otra cosa. A muchas personas el tiempo se les escapa delante de una pantalla. Puede ser la de su teléfono móvil, su ordenador, la de un televisor o un videojuego.... Siempre me impresionó la cantidad de "información" que aparentemente necesitamos para vivir, y que no sirve absolutamente para nada. 

No, no estoy diciendo que abandones todas esas cosas porque muchas de ellas no son malas en sí mismas; lo que me llama la atención es la cantidad de gente que vive literalmente "atascada" en información que no tiene ningún valor, preocupados por lo que les ocurre a personas que no significan nada para ellos y dedicando su tiempo a conocer los problemas de quienes jamás harán nada por ayudarles. 

Te asombrarías al saber la cantidad de información que conocemos que no sirve para nada en nuestra vida. El derroche de tiempo que dedicamos a las vidas de los "famosos" y los menos famosos, sus gustos, sus necesidades, sus problemas familiares (que suelen ser muchos, por otra parte), los lugares a los que van, las fotos que se hacen, etc. ¡Cosas que no nos deberían interesar en absoluto!

Mientras dedicamos tiempo a lo inútil, olvidamos los gustos de aquellas personas a las que queremos, las necesidades que tienen los que están a nuestro lado, los problemas de aquellos a quienes amamos, los lugares a los que deberíamos haber ido con nuestra propia familia y no lo hemos hecho por falta de tiempo ¡Si le regalamos nuestros días a lo inútil, dejamos de vivir!

Nuestro desafío hoy es abandonar muchas cosas que nos "atan" y ocuparnos de lo que merece la pena. Dedicar tiempo para jugar, para pasear y para disfrutar, para estar con nuestra mujer o nuestro marido, con nuestros hijos/padres, con nuestros hermanos/as, con nuestros amigos. Pasar tiempo con las personas que realmente nos necesitan. ¡Incluso apartar tiempo para descansar o no hacer nada, que muchas veces también es necesario!

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No dejes que los demás controlen tu tus días. No vivas la vida de otras personas. Aprende a disfrutar de la tuya con los que te rodean ¡No regales tu vida de cualquier manera!

Y recuerda además, que siempre merece la pena pasar tiempo con Aquel que nos dio todo lo que tenemos, comenzando por nuestra propia vida. ¿Recuerdas lo que Pedro dijo un día? 

"Tú tienes palabras de vida eterna" (Juan 6:48).

Nuestro desafío es dedicar nuestro tiempo a lo que es eterno.