El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Dios en Cristo ha otorgado a su pueblo ¡todo lo necesario! para que esté en comunión con él en santidad y justicia.
Colocar la obra de redención, el perdón de pecados, en una suma de sufrimientos, ha supuesto en la historia una suma de desviaciones y doctrinas de demonios.
El gran triunfo y consuelo para los redimidos es saber que el Dios de la Ley y del Evangelio, sí conoce su palabra, y la cumple, como él ha ordenado, y la cumple en nosotros.
En la muerte y resurrección del Mesías, el Señor, nuestro Dios, nos santifica. El que es tres veces santo, hace que su pueblo sea santo, sin mancha, ni arruga, o cosa de qué avergonzarse.
Como la gracia papal se vendía en Roma, allí debían poner pie y manos los curiales. El entramado perverso de compra y ventas es asombroso. Se vendían bulas y dispensas ya impresas, a tanto el ejemplar.
La memoria tiene leyes, no de un gobierno, que requieren datos para que se pueda pensar el pasado.
Su obra literaria y religiosa destaca por su amplitud y enorme curiosidad intelectual.
El cardenal sostiene que el impacto general de la Reforma ha sido negativo y debe considerarse superado por lo que Roma vivió en el Concilio de Trento y el Vaticano II.
Con nuestro Casiodoro, preguntamos: ¿de quién tiene el papado lo que tiene y de lo que se gloría?
Con la llamada donación de Constantino inscribieron en el registro de la propiedad romana a todo el imperio occidental como suyo, incluyendo tierras y gentes, y luego lo que viniera.
En el coloquio La Biblia en nuestro idioma: del Papiro 52 a la primera Biblia en español, voy a exponer sobre Francisco de Enzinas y su traducción del Nuevo Testamento
El papado nace en sentido histórico, en la mitad del siglo VIII, por la mediación interesada de reyes francos, con la afirmación específica frente a la iglesia católica oriental, y basado en la documentación falsificada, conocida como donación de Constantino.
No sabía muy bien si poner púlpito protestante, hugonote, o calvinista, realmente sería lo mismo en esa situación. Y esa situación es la Revolución Francesa.
En la teología del periodo temprano habría fuertes motivos homiléticos y catequéticos; y en el último periodo estas características ya no serían tan obvias en los sistemas dogmáticos más grandes.
No nos resignemos. No vamos a dejar este mundo en manos de los servidores del mal.
El poder de la Palabra de Dios está con nosotros. A casi nadie interesa. Nuestro rato de conversación será valioso.
Según las observaciones de Muller existen cierta continuidad y discontinuidad entre las teologías de la Reforma protestante y los desarrollos que vivieron después.
Estos cultos han recibido una gran influencia de las liturgias de los monasterios, o de los aislados, que eran considerados como los modelos más espirituales.
Este intenso y continuo rechazo de la “escolástica” asimilada por la teología protestante en general, se instaló como una condición sine qua non para practicar los nuevos abordajes de la teología reformada.
Todo esto no son más que expresiones supersticiosas del intento de dominar el tiempo, el calendario, con sus puntos sagrados de inicio o conclusión.
La incluirá en la oferta de talleres socioculturales y de actividades y visitas guiadas del Distrito Casco Antiguo. También publicará un libro divulgativo sobre la materia.
El papado ciertamente no fabrica el ídolo de las persecuciones y sus mártires, pero levanta su santuario sobre él.
Casiodoro de Reina y su traducción destacan en la historia continua que es Hechos 29, porque con su obra nos hizo ser partícipes del Pentecostés.
El monacato, con su vertiente individual o colectiva, desde su mismo nacimiento, es un modelo religioso donde la doctrina fundamental es la visión del hombre con capacidad para cooperar en su salvación.
En su idea de tierra sagrada, imponían el supuesto de que la podían pisar y gobernar sólo “santos” apropiados. Por supuesto, los moros en Hispania no lo eran, así que tenían que ser expulsados. Ni siquiera convertidos; expulsados. El evangelio de la espada “evangeliza” así.
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