El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Desde América a Europa, ministerios e iglesias generan contenidos online, abriendo nuevos espacios de testimonio.
Se comienza a plantear la reapertura de iglesias en diversos países, aunque continúan las dudas por la extensión del virus y su coincidencia con la proximidad del invierno.
La celebración de un culto en la iglesia bautista de habla rusa-alemana ha provocado el contagio de al menos 107 personas.
David Lah podría ser condenado a tres años de cárcel por saltarse la prohibición y organizar encuentros religiosos.
Para acercarse a Dios ha de creerse que Él existe, y la fe tiene que ver muchas veces con ese primer paso de aproximación a la realidad que se está buscando.
Un informe de la oficina contra la Droga y el Delito pone el foco en las restricciones en la movilidad y la crisis económica.
El rico necio de la parábola se ha agrandado, se ha hecho un enorme gigante que guarda en sus almacenes mucho más de lo que necesita.
La afectación de la epidemia también ha alcanzado a los comedores sociales de las iglesias y su funcionamiento.
John Magufuli también ha afirmado que uno de sus hijos se curó “bebiendo limón y jengibre”.
Tener en cuenta a Dios en los problemas que aquejan a la sociedad humana es la mejor forma de infundir paz a la gente y de hacer posible una solución.
Mucha gente que nunca se planteó que hubiera un Dios siquiera, no solo lo valoran porque sienten alguna necesidad en medio del caos, sino que por primera vez están alzando su vista al cielo.
Dios no se dedica a castigar a la humanidad por medio de virus mutantes que matan sobre todo a los más ancianos, o a quienes tienen un sistema inmunitario débil, sean éstos, creyentes o no.
¿Podemos decir que la pandemia actual es sin más un juicio de Dios para castigar el mal? ¿O, por otro lado, que no tiene nada que ver con Dios, porque solamente puede demostrar amor?
Bienaventurados los que tienen una historia que contar.
Este 8 de mayo ha hecho setenta y cinco años que las fuerzas nazis se rindieron formalmente a los aliados. Pero el 9 de mayo ha sido también el septuagésimo aniversario del discurso de Robert Schuman que se celebra en toda la UE como el Día de Europa.
Hacía décadas que no sólo los besos a los que estaban acostumbrados, también los roces, los abrazos y las caricias, habían quedado en el olvido.
El líder católico respalda la iniciativa interconfesional organizada por una plataforma emiratí con un proyecto ambicioso.
La epidemia del coronavirus ha traído consigo una larga lista de consecuencias y presagios económicos negativos.
Personas con baja defensa bíblica, fluctuaciones en su sistema de creencia y bajo discernimiento deben observar un cuidado especial.
Después de dos meses, la misión del hospital de campaña de Samaritan’s Purse en la localidad italiana ha acabado.
¿No se requeriría para este momento una misión contextual, compasiva, profética y solidaria de parte de la iglesia?
La ética cristiana, aplicada al mundo, podría salvar tanto a la tierra como al hombre que la habita, así como a sus ecosistemas.
Tenemos que confesar nuestra culpabilidad de no saber agradecer a quienes arriesgan su vida por nosotros.
El BOE confirma la obligatoria reducción de aforo y las recomendaciones de limpieza, protección, orden y distancia durante la celebración de reuniones.
He aprendido que de nada vale angustiarme, sabiendo a ciencia cierta que el Dios de mi vida está siempre al control.
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