El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El salmista nos dice que Dios nos sostiene incluso cuando dormimos, que él vigila nuestro sueño.
A pesar de la niebla y de la lluvia, veo las estrellas y las intuyo sobre mi mar, y en estos momentos es cuando pienso que mi creador, salvador y redentor, todo lo sabe y cuida de mí.
Hay fe allí donde se renuncia a afianzarla por medio de algo visible. Esta es la fe en el verdadero Dios que no es un fetiche, ni un ídolo sordo, ciego y mudo, ni un dios tapagujeros, sino el Dios de las personas y de la historia.
El Dios que creó y sostiene el universo, también te sostiene a ti, sólo tienes que acudir a él buscando ayuda en el nombre de aquel que se entregó por ti en una cruz.
Nuestro Padre celestial nos ayuda a vivir de una manera completamente diferente, porque nos asegura su presencia y su cariño en todo momento.
Aunque muchos abordan la película de Munier y Amiguet desde la propia lectura de la contemplación que realiza el escritor Sylvain Tesson, a mí me hace pensar en la idea de la quietud bíblica.
Una reseña de En tierra hostil, de Kathryn Bigelow (2008).
Dios creó al ser humano el sexto día, así que lo primero que este aprendió del carácter de su Creador es que tenía que descansar.
El temor de Dios es terapéutico, porque su efecto es sanador interiormente, con repercusiones que trascienden los límites de esta vida.
Aquellos a los cuales Dios envía como “socorristas” de otros, muchas veces vamos a estar necesitados de socorro.
En medio de nuestras tormentas, ya sean globales o locales, universales o personales, necesitamos llevar nuestras ansiedades a Aquel que reprendió el viento y las olas.
Qué sutilmente se nos acomoda la desmemoria y frente al abismo seguimos presos de las preguntas.
Necesitamos hombres y mujeres de fe, que se enfrenten valientemente a este dragón de las tres cabezas, como son el mundo, la carne y Satanás.
Los días cambian cuando nos damos cuenta de que hay Alguien que siempre está a nuestro lado y que no nos abandona nunca.
Mientras aguardamos con ansia su glorioso regreso, tenemos el maravilloso privilegio de vivir su vida, de recibir directamente de él alimento, fortaleza y fuerzas para continuar hasta el final.
Más allá de las ideologías y los credos, están las personas. Y cuando se produce una química tan extraña como la que hubo entre Paisley y McGuinness, surge el entendimiento e incluso la complicidad.
Si honramos nuestro trabajo, los demás lo verán... y Dios también.
No entiendo nada, Señor, pero lo acepto; dame un poco de tiempo para poner todo mi ser en calma y en orden. Necesito un poquito de tu cueva y tu silbo apacible y delicado.
Cada día, Dios nos ofrece la receta adecuada para que podamos vivir una jornada memorable.
El Señor Jesús es el autor y consumador de nuestra fe. Eso significa que está con nosotros no sólo en el momento en el que le recibimos en nuestra vida, sino también en el día a día.
Quiero recordarme a mí misma y a todos vosotros el modo de amar a alguien difícil, del mismo modo que nos ama Dios a nosotros.
Las grandes guerras, los conflictos internacionales, la sensación homogénea del mal extendido por todo el planeta, en realidad comienza en lo cercano de un pequeño pueblo y en lo íntimo de nuestros corazones.
Jamás olvides que el amor del Señor por ti es incondicional y eterno. Pensó en ti desde antes de la fundación del mundo y eso le llevó a la cruz del Calvario.
Conversamos con José Manuel González Framiñán, transportista y empresario con más de 40 años de experiencia en el sector.
Las tinajas de las bodas de Caná fueron seis según las Escrituras, más la obra del Señor en las vasijas humanas no tiene límite.
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