El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El vendrá, sin ninguna duda, lo ha prometido. La pregunta es ¿qué encontrará cuando lo haga?
La fe nos ofrece la posibilidad de continuar confiando en Dios, al mismo tiempo que aceptamos los límites de nuestra humanidad.
¿Existe otra forma de vivir? ¿O debemos conformarnos con ser parte del sumiso “rebaño lanar” en un mundo corrupto?
Habacuc es el portavoz de las grandes preguntas que creyentes y no creyentes se han hecho a lo largo de la historia.
En el escaparate de las apariencias, si yo me lo creo y los demás me lo confirman, ¿para qué quiero más? ¡Qué deshumanización más radical!
Es en momentos así donde se juega la fe cristiana el todo por el todo. Y, entonces, hay que preguntarse ¿Vale la pena creer en Dios?
¡Qué ejemplo el tuyo, Joana!! Nunca lo olvidaré.
La vejez no puede interpretarse como una vida perdida, porque se convierte en una existencia acumulada para que los demás contemplen su belleza y hermosura.
Toda criatura humana es también como un caminante de la historia. El Maestro se hace presente en los senderos de la humanidad.
Dios está caminando en medio de los sanitarios que se enfrentan a situaciones imponderables que desbordan todas las posibilidades humanas.
Cuando medito en todo lo que he vivido por años con amigas queridas y en un año de pérdidas y peligros, sólo puedo pensar en el verdadero significado de la palabra amistad.
Quiero detenerme en el valor sociocultural y espiritual de la paella, plato universal de Valencia y su provincia.
Las comidas de Jesús son signos liberadores capaces de acoger a los que siempre se les ha impedido participar de la mesa con los otros.
La política (el Parlamento) ha dejado de convertirse en la solución para ser parte del problema.
Jesús tuvo la audacia de pronunciar palabras que sonaron absolutamente subversivas, incluso para los discípulos.
¿La crisis de un sistema moral consiste en el hecho de que sus principios o mandamientos sean violados?
Desde las propuestas alternativas del evangelio del reino, todas las cosas son hechas nuevas.
Comprender la trascendencia de la oración significa tomar conciencia de que esta tarea no termina cuando decimos amén.
Sólo el realismo nos permite seguir creciendo.
Después de la pandemia no ocurrirá nada que no esté comenzado a suceder ahora, porque lo que seremos entonces lo dirá cómo vivimos y aprendemos en este momento.
Como mensajeros de paz, traen a nuestro presente el amor de un Dios que no es indiferente al dolor.
El segundo franquismo se caracteriza por cambios políticos, económicos y sociales importantes. En el protestantismo se produce un despertar al pasar de una cierta tolerancia a una libertad religiosa pautada.
¿Qué hacemos cuando la vulnerabilidad nos da una bofetada, se adueña de nuestras entrañas y nos fuerza a reconocernos insuficientes, desnudos y desarmados?
Separados, cada uno en su casa, ciegos, sordos y mudos ante el infortunio de los demás universos de prójimos, vivimos, nos movemos y somos.
Una persona solo puede luchar por su propia vida si hay alguien a quien le importe, porque hay heridas infinitamente más dolorosas que las físicas.
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