El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El no tender la mano de ayuda y servicio como creyentes a los migrantes de la tierra, sería como faltar a la práctica de la misericordia, a la búsqueda de la justicia para con los colectivos oprimidos.
Si la religión nos aleja del prójimo sufriente, es una religión engañosa que practica una religiosidad vana.
Muchos rechazan el amor de Dios sin más. Los tales se quedarán fuera; pero los que lo reciben disfrutarán de su presencia, su amor y su comunión desde aquí y por toda la eternidad.
Si Dios es amor y derrama su amor entre nosotros, el prójimo injustamente excluido también debe ser amado por nosotros, si es que queremos de verdad disfrutar de ese amor divino.
El diezmar, hacer rituales, largas oraciones y genuflexiones no vale para nada si no se tiene en cuenta la práctica de la misericordia, la justicia y una fe viva que actúa a través del amor.
Este libro es mi frágil intento de ayudarnos a pensar más profundamente y a amar más ampliamente en medio de una situación que a veces carece de ambas cosas.
El amor que emana de la fe actuante se puede presentar como acicate de la evangelización, que es mucho más que palabras.
No hay que ofender a nadie. Se trata de transmitir al prójimo el amor que recibimos del Señor.
Su mamá biológica la amó porque le regaló la vida y porque, aunque renunció a su tutela, le dio la oportunidad de ver los amaneceres.
Ama de forma activa y comprometida y con mucho amor al prójimo para que tu fe se active reflejando al Invisible en el mundo.
¡Quiere regalarnos su entrañable amor, a pesar de cómo somos nosotros!
Si tenemos un corazón humano, hecho a imagen de Dios, tenemos la facultad, y la necesidad, de amar.
Algunas obras o artículos propagan que la campeona de los derechos de la mujer identificaba el aborto con el progreso o la solución a un problema.
Ser un hijo de Dios es una bendición inigualable, pero también supone una bendita responsabilidad que tenemos que asumir con gozo.
Es la historia de una viuda moabita que se convierte en matriarca de una línea monárquica que no solo llegará al rey David, sino al mismo rey Jesús.
Hemingway buscaba ese amor liberador, que todos ansiamos. El problema es que como él, no nos atrevemos a dejar todo y perseguirlo, porque nos mostraría lo que somos en realidad.
Paciencia y fe. Puede parecer enrevesada esta explicación, pero el problema no lo pone Dios, lo ponemos nosotros cuando decidimos engañarnos.
Fue uno de los primeros en buscar la unión de los estudiantes evangélicos para llevar el testimonio adelante en las universidades. Se afincó en Zamora, donde sirvió en la iglesia toda su vida.
Reconocieron que ellos no fueron conducidos al amor gracias a una enseñanza, sino que se debió a un comienzo.
Puesto que Dios derrama su amor en nuestros corazones, debemos amarnos los unos a los otros de forma proactiva.
Cuando en verdad se ama, en primer lugar, se ama lo próximo.
Para la Biblia, el verdadero amor, el amor ideal, el amor del alma, es el que sólo desea la felicidad de la persona amada sin exigirle nada.
El no sentirse querido y el no saber querer van casi siempre de la misma mano.
Dios, el autor intelectual de nuestra existencia, nos ha enseñado a amar la vida, como nadie más puede hacerlo.
Una crítica de la película Una mente maravillosa (2001), de Ron Howard.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.