El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Me reconforta saber que en medio de todo y por encima de ello, existe un Dios, un Dios con mayúsculas.
Rizpah tuvo el impresionante valor de luchar contra aquellos que querían devorar a sus hijos: una madre coraje puso voluntariamente su vida en la brecha por ellos.
Son muchas las ocasiones en las que el Señor nos pone a prueba. Nos vemos enredados en situaciones que nos producen mucho dolor y nos cuesta tomar una decisión correcta.
Hay ocasiones en las que el Señor, por alguna razón nos mete en el horno de fuego ardiendo y ¡calentado siete veces!
Cada uno de nosotros conoce su propia vida, sabe como es su relación con el Señor, y disfruta de andar con él; aún en medio de los valles más oscuros.
El significado de la flor de loto comienza en sus propias raíces, con el simbolismo de lo que se abre a la luz con pureza desde la oscuridad de las aguas estancadas.
Hay muchas miradas en la Biblia, las más emocionantes son las del propio Jesús; pero una y otra vez, cuando alguien desvía su mirada del lugar correcto, pudiera ser que las consecuencias llegaran a ser desastrosas.
La obediencia a Dios, resultará en la más preciosa bendición; porque donde nosotros no seamos capaces, Dios sí lo es.
Repasar su vida me hace meditar en cómo podemos recorrer nuestro camino, a la sabiduría que Dios pide para nuestras vidas, algo imprescindible.
Hay tormentas que azotan a la vida de cualquier persona que pueden llegar a ser tan impresionantes como la sucedida en el mar donde se encontraban Jesús y sus discípulos; pero en ese mar él demostró su poder.
La ceguera de George Matheson le llevó a escribir algo infinitamente bello que nos hace acercarnos al amor más grande que pueda existir, el de aquel que dio su vida por la nuestra.
Cada uno conoce su vida, sus circunstancias, en qué momento ha conocido al Señor; y la vida pasa y sucede con sus alegrías y tristezas, bendiciones siempre.
Una cosa es el libertinaje, algo que Dios prohíbe a todas luces; otra muy diferente, la preciosa y bendita libertad que Cristo ganó para nosotros en la Cruz del Calvario.
Ha sido un gozo inmenso el retomar algo tan precioso para la Gloria de nuestro Dios y la extensión de su Reino.
Cuando paso por momentos difíciles, miro a mi Cristo, intento callar y dejo que mi Dios sea quien me defienda.
Soy feliz sirviéndole, y donde quiera que me guíe y mande, ¡le seguiré!
El autor de Vilamartín de Valdeorras, activista desde muy joven de iniciativas galleguistas, llegó a México escapando en el barco Ipanema.
Pido a Dios que me ayude a, no solo sentir, sino demostrar el amor que llevo dentro.
Dios fue el primero en perdonarnos a nosotros en Cristo.
No es fácil el trabajo del alfarero divino en nuestras vidas, ni tomar decisiones firmes delante de él; pero os aseguro que es lo más precioso que nos puede ocurrir.
Hoy quiero escuchar la voz de mi Señor desde el silencio y seguirle hasta el final.
Cada vez que un ser humano es bien consciente del peso de su pecado y una culpa que le atormenta, no tiene otra opción que clamar al Hijo de Dios por misericordia y perdón.
Inexorablemente, siempre saldrá a la luz lo que somos y llevamos por dentro.
Vale la pena mi esfuerzo en el servicio a mi Padre.
En cuantas ocasiones el poderoso, potente y dulce brazo de Dios, no solo fue con Abraham, Moisés, Elías, Pablo, sino también contigo y conmigo.
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