El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los anhelos más profundos de justicia reflejan, al mismo tiempo, las mayores de nuestras frustraciones. Y de todo ello, ¿qué queda para los que han de venir después?
En el pueblo de Dios, al calor de la memoria de Jesús, la ambición por acumular se transformó en el compromiso por compartir.
Mientras las autoridades políticas dicen haber llegado a su límite, organizaciones cristianas reconocen la grave situación de crisis en el país, pero abogan por continuar siendo “agentes de amor”.
La palabra de Dios coloca a Elías en un submundo ignorado, desconocido e impopular: la subcultura de los excluidos.
Es bueno recordar, especialmente en esos momentos en los que podemos observar la crudeza de nuestro propio ser, lo que dice la Biblia sobre el amor de Dios.
Existe una seria anomalía en la condición humana a la que la Biblia llama pecado y tiene que ver con errar al blanco, transgredir los límites, no acertar.
La cuestión de fondo es si confiamos en Dios de tal manera que hacemos de su palabra el principio organizador de toda nuestra vida.
¿Hay algo que equilibre el recuerdo en su justa medida? El autor de Eclesiastés nos recuerda que necesitamos una perspectiva de vida redimida en Cristo.
Desde una conciencia comunitaria, cada uno de nosotros somos dones para los demás.
La verdadera renovación en la santidad solo se hace posible colocando el corazón en el altar de Dios.
A veces tenemos la sensación de que luchamos por la verdad, hasta entregarlo prácticamente todo y reducirnos incluso al aislamiento. Pero nuestras motivaciones son otras, y nuestro corazón, lejano.
Dios jamás jubila a los ancianos.
La iglesia ofrece la gracia que la convierte en una comunidad que acoge, acompaña, alienta y sostiene desde el poder fraterno del amor y la potencia del Espíritu.
El drama estático que a veces parece esta vida, no es que simplemente se haga más llevadero, sino que cada lágrima se acaba convirtiendo también en una expresión particular de la alabanza.
Un devocional basado en Juan 15.
El duelo se cruza en la vida como un proceso que obliga a pararse, reflexionar y mirar cara a cara el dolor y la tristeza. Es imprescindible.
En la película la infancia aparece como una institución que permanece firme ante las guerras y desilusiones de los ‘adultos’.
¿Será que la injusticia es un mal incurable que llevamos introyectado en el corazón como algo que nos corrompe y deshumaniza?
En la época medieval existía un método muy utilizado en los monasterios para llevar a cabo los rituales comunitarios y los devocionales personales: la Lectio Divina.
Es extraña la angustia de la muerte. Es agudo su dolor. Pero, sobre todo, la muerte es suspiro. Una dolorosa coma, pero una coma.
En Succession, el dinero es lo de menos. Al final, es el dinero la fachada habitual tras la que se esconden los grandes egos, y lo que ilumina con más claridad la incertidumbre humana.
Las exigencias del Concilio de Vaticano II (1962-1965) y la presión internacional obligaron al régimen franquista a modificar el Fuero de los Españoles de 1945. Franco tuvo que promulgar una nueva ley que posibilitará la libertad religiosa y de conciencia que estaban luchando y esperando el pueblo evangélico durante décadas.
Nuestra idea de poder es algo visceral. Está ligada a una cosmovisión en la que la huella del pecado es ineludible.
Hablar de lo eterno sin hablar de Cristo solo puede generar cargas insoportables, piedras que nadie estaría dispuesto a mover. Necesitamos de la esperanza cristiana para afrontar algo así.
Me resulta eficaz la amistad que me une a Dios, y no quiero que se entienda que le trato como si fuese un talismán. Hablo de confianza.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.