El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Uno a uno fueron desgranando con aparente piedad lo mucho que se había comprometido Dios con ellos.
— Con el tiempo sabréis que los tres amores, si son verdaderos, no se excluyen mutuamente, sino que se manifiestan a un tiempo.
— ¡Ha aparecido una cruz en el centro del lago!
“Y para todo esto ¿quién es suficiente?”, se dijo a sí mismo.
Sus ideas erróneas le llevaron a señalar a sus paisanos como pecadores, arrastrando consigo gente sencilla y produciendo conductas anómalas entre ellos.
Todos somos un hermano u otro sin distinción, pero siempre con la venturosa oportunidad de descubrir el corazón amante del Padre Eterno.
Estar apuntados como socios en vuestra comunidad no asegura nada de lo que os prometen.
Ayuné, oré, y lo dejé en manos de Dios.
¡Qué oportuna nos ha venido su inesperada muerte y posterior sepelio!
Un periodista capcioso se dirigió a ambas manifestaciones para hacer entrevistas a los manifestantes.
Un virus raro ha atacado a vuestro hijo que le hace soñar cosas y que según parece es altamente contagioso.
— Está usted de suerte, su mal tiene remedio.
Llegaron a la paradójica conclusión de que solo Dios puede solucionar el problema del hombre con Él.
Un nuevo cuento de Antonio Cárdenas.
Vivía sin saberlo en un mundo de Gracia.
Ahora su vida no tenía sentido. Sin ella no disfrutaba como antes de sus hijos y nietos.
Los hechos se sucedieron tal como los había soñado, punto por punto.
Un nuevo cuento de Antonio Cárdenas.
Por una vez no hablaré en alegorías, no quiero hacer un cuento sobre la Navidad, porque la Navidad no es un cuento.
Los que alcanzaron las cajas vivieron la satisfacción del deber consumista cumplido.
La historia de Joaquín Rehués, un cristiano de largos años que asegura haber descubierto la fórmula matemática en números decimales mientras estaba en una institución mental, es un ejemplo de una perseverancia inusitada para muchos. “Dios es Señor de la ciencia suprema”, dice.
— Hemos aprendido que la mejor conquista de los hombres es ser alcanzados por la Gracia divina.
Como moral nunca le había faltado, acercó su alma a las puertas de cielo como destino preferente.
El que había sido ciego se presentó ante los discípulos del Maestro preguntando por él de malas maneras.
En ausencia del amor todo tiene fecha de caducidad.
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