El mundo se prepara

Se comenta que un gobernador del Israel contemporáneo es descendiente natural de la familia de los Herodes del siglo I.

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De aquel Herodes que quiso quitarle la vida al Rey de los judíos nada más nacer en Belén.

Aquello resultó en una matanza de bebés sin parangón en la historia, y en un fracaso estrepitoso de aquel gobernador al no dar con el niño Jesús.

Consultados los libros sagrados de occidente, tal como hizo Herodes en su tiempo para saber en qué momento y lugar nacería Jesús, se dice en ellos que habrá una segunda venida de Jesucristo a este mundo, pero ya no para sufrir sino para reinar definitivamente.

Pues bien, este digno sucesor de aquel Herodes se ha propuesto no fracasar esta vez y eliminarlo en un segundo intento. Gracias a esos mismos textos, se sabe que vendrá “como ladrón en la noche” o sea, inesperadamente.

Por ese motivo, ha creado un sistema de control mundial a tiempo real por el que ya nadie es anónimo.

La tecnología avanzadísima le ha permitido conocer los detalles identificativos de cada ser humano nada más aparecer en este mundo. El rastreo y peinado es global en la extensión y en el tiempo.

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Pero no solo se sirve de la tecnología, también de lo que se ha dado en llamar “confesores”, donde las gentes se ven forzadas a hacer vaciados de información privada, datos que la IA examina en detalle para ver el grado de riesgo que supone cada sujeto.

Hay un afán recaudatorio de datos que practican estos agentes.

Esas captaciones se practican también en centros sanitarios, escuelas, prisiones, familias, centros cívicos, iglesias, etc.

Mientras no dan con el Mesías, la base de datos identifica a sus seguidores que aún se confiesan como tales, y bajo el pretexto de considerarlos elementos desestabilizadores, son sometidos a penas por muy diferentes métodos.

Especialmente en centros que antes llamaban hospitales, residencias, sanatorios, escuelas, etc. y que han derivado en lugares para la extorsión.

Todos somos observados y dependiendo de nuestra conducta se arreciará más o menos el control y la pena.

No, no estamos en la Edad Media, podemos vivir bajo cuidados gracias a un potente ordenador cuántico que acumula y procesa todos nuestros datos. Se sabe de qué enfermaremos, de qué moriremos, cuándo, etc.

Esto es para lo que se “prepara” el mundo, para repeler otra vez al que le ha sido dada toda autoridad en el cielo y en la tierra.

Vana pretensión. Otro fracaso cantado.

Mientras unos temen su aparición en este mundo, otros amamos su venida.

“En el amor no hay temor” 1 Juan 4:18