El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Para que los vecinos visiten la iglesia antes te tienen que ver como uno de ellos, ganarte su confianza, ser su amigo.
Es tiempo que en este país termine el racismo. Debemos confrontar esta triste realidad de nuestra historia.
No podemos afirmar que amamos a nuestros semejantes y quedarnos callados frente al racismo.
Gilroy, El Paso, Dayton. Si estamos cerca de la situación también utilizamos los dones y las destrezas que Dios nos ha dado para acompañar a los que están sufriendo. Pero también clamamos como el profeta Habacuc
Nos habló de esperanza, pero también confrontó las injusticias que le tocó vivir en su Guatemala linda.
Echaremos de menos a este portero de vocación que supo abrirles puertas a tantos y supo trabajar por la unidad de la comunidad evangélica latina.
Dios ha traído ese himno a mi corazón cuando paso momentos de duda e inseguridad.
Parte de nuestra tarea cristiana será de crear puentes entre la mayoría y las minorías para que el cambio demográfico sea visto como oportunidad y no como peligro.
Este tiempo de pascua nos llama, de nuevo, a tomar en cuenta la situación de los inmigrantes hoy.
¿Estamos dispuestos a seguirlo a lugares de peligro, donde matan a los que predican, a los que sirven o a los que denuncian el mal y la injusticia?
El pecado de odiar, despreciar o rebajar al inmigrante no es nada nuevo.
Se necesita una reforma migratoria amplia y se necesita tratar con las causas de la migración en Centroamérica. Sin embargo, el evangelio nos llama a responder al necesitado.
Es tiempo que las iglesias evangélicas confesemos que tenemos secretos y que los necesitamos confrontar.
Mi madre siguió cantando su fe hasta pocas horas antes de fallecer.
Bertha Irma Guerra Martínez falleció el 23 de enero del 2019 con 81 años de edad.
EEUU no necesita más muros. Ya hemos construido muchos y nos estamos haciendo daño. Urge construir puentes.
Dios quiere más para nosotros sus hijas e hijos. En el 2019 quiero que Dios obre en mí.
La gran mayoría de la gente que está en el Centro Benito Juárez salió de Honduras porque la situación actual les era completamente intolerable.
Somos una iglesia global. El dolor de los hondureños es el dolor de todos los cristianos.
En medio del dolor, el temor, el odio y el racismo.
Los creyentes pueden y deben proveer seguridad y apoyo a las sobrevivientes de abuso, cueste lo que cueste.
Me preocupa que los cristianos quieran negar nuestra responsabilidad de ser mayordomos de la creación divina.
Dios ha utilizado la memoria de muchos himnos en momentos claves de mi vida para recordarme de su amor, de su llamado y del costo de seguir el camino de Cristo.
Al terminar el testimonio es claro que personas vieron cosas muy diferentes, según sus perspectivas ideológicas.
El vocablo “cristiano” se usa de tantas diferentes maneras en nuestra sociedad, algunas hasta contrarias al evangelio de Cristo.
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