El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Si miras fijamente al abismo, el abismo acaba mirando dentro de ti (Nietzsche)
Perdonar es intentar seguir el ejemplo del Señor, que siempre quiere restaurar a las personas y poner paz en las relaciones. Cuando perdonamos, nos parecemos a Él.
El amor incondicional de Cristo nos da la ayuda para soportar toda esa serie de situaciones dolorosas.
La vida está llena de decepciones y errores, una y otra vez convivimos con nuestros propios fracasos. En este texto clave, encontramos dos ejemplos con un final distinto: Pedro y Judas.
La mayoría de las personas no son conscientes que mientras no consigamos perdonar a los que les dañaron, seguirán atados a sus agresores de por vida.
Con Jesús empezamos una nueva página en blanco en nuestras vidas, es un verdadero borrón y cuenta nueva.
Arrepentido, pero no convencido, se dejó llevar.
Cuando Ayuba tenía 20 años, su padre fue asesinado por Boko Haram porque no estuvo dispuesto a renunciar a su fe en Jesús. Ocho cristianos más fueron asesinados en aquel brutal ataque. Además, poco después, el grupo extremista envió una lista de sus próximas víctimas: Ayuba estaba en ella.
Sólo podemos tener un corazón limpio, cuando perdonamos de la misma manera que Dios nos perdona a nosotros.
En nuestro país hace falta lo que la oración del Padrenuestro nos enseña. El perdón y la reconciliación es una asignatura mucho más que pendiente.
El perdón no es un “capricho” divino, sino el medio por el cual se comienza a sanar el corazón.
El perdón es algo sorprendente, nada natural en nosotros. Es una realidad milagrosa que Dios hace posible por medio de Jesús, quien “tiene potestad para perdonar pecados”. Esa sorpresa sigue impactando a artistas contemporáneos, como repasamos en este programa.
Un artículo de Fernando Alexis Jiménez.
La obediencia a Dios, resultará en la más preciosa bendición; porque donde nosotros no seamos capaces, Dios sí lo es.
Quisiera pedir perdón. Llorar, oh Dios, en tu hombro de hombre.
Dios fue el primero en perdonarnos a nosotros en Cristo.
La reconciliación y la paz entre Ucrania y Rusia parece más lejana que nunca. Tarde o temprano, solo el perdón y la reconciliación pueden traer una paz duradera.
La tristeza según Dios produce arrepentimiento para salvación; mas la tristeza del mundo produce muerte (2 Co 7:10)
Todos ponemos nuestro grano de arena en el desierto de la incomprensión y el odio, para que la maldad no tenga fin.
Cerrando profundas divisiones a través de la canción, el sacrificio y el perdón. Un artículo de Eiko Takamizawa.
Ya seamos excesivamente confiados o escrupulosos, todavía no hay falta con verdadero arrepentimiento que no haya sido perdonada.
Cuando perdonamos, no estamos justificando a nuestro agresor, sino salvándonos a nosotros mismos de una vida de rencor y odio.
Jesús de Nazaret no vivió un simulacro de humanidad.
Si el perdón no es nuestro compañero habitual en la vida, mal andamos.
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