El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La historia de Elisabeth sólo ocupa en la Biblia el primer capítulo del Evangelio escrito por Lucas.
Solamente huyendo de la superficialidad que parece caracterizar buena parte de nuestras relaciones y reflexiones, podemos hallar sentido a la agonía que nos alcanza.
Ella fue la mujer elegida por el Padre para la encarnación del Hijo.
La Iglesia Católica ha tejido en torno a la figura de María una serie de dogmas que no se encuentran en el Nuevo Testamento.
Un enfrentamiento entre quienes sólo ven las maldades ajenas y el ojo de Dios que no hace distinción de pecados.
Una bonita y tierna historia. La mujer había padecido durante doce años. Al ser su enfermedad inveterada e incurable, el milagro adquiere mayores proporciones.
La larga conversación que tiene lugar entre Jesús y la Samaritana es un ejemplo de cómo se ha de tratar a una persona que queremos ganar para nuestra fe.
Magdalena siguió a Cristo más allá de los caminos, más allá del dolor, más allá de la muerte.
Entre Marta y Jesús tiene lugar una larga y notable conversación sobre la vida y la resurrección, que el evangelista Juan registra escrupulosamente.
Su carácter presenta un hermoso cuadro: contemplativa, confiada, cariñosa; para ella el cielo consistía en sentarse a los pies de su adorado Maestro y Señor.
La excelencia de la fe consiste en dar firme asentimiento a verdades reveladas por Dios en Su Palabra. La incredulidad no es otra cosa más que la falta de fe.
Los últimos datos que he logrado reunir dicen que Estados Unidos ha reducido la ayuda económica a las iglesias evangélicas de Europa, lo que también afecta a España, en un 50%.
En Gibraltar, plaza de gran importancia en el inicio de la segunda Reforma, se instalaron hombres que habían llegado huyendo de la intolerancia y persecución religiosa.
En vez de darnos una luz, la del Evangelio, para que con ella nos abriésemos por nosotros mismos nuestro sendero a través de la senda del mundo, se nos lleva en él, dando tumbos, por caminos que no conocemos y a oscuras.
El cristianismo no está agotado. Cristo sigue siendo irreemplazable. La estrella que apareció en Belén y que regocijó al mundo con su ráfaga de luz no ha palidecido todavía.
Son necesarias para informar a la Iglesia acerca de su trabajo y de su economía. Pero prepararlas bien con antelación y rogar al Dios de la paz que no falte durante el tiempo que dura la reunión.
Poseemos suficiente religión para afirmar que somos hermanos, pero no la necesaria para identificarnos como amigos.
Queden los agoreros profetas de apocalipsis, visionarios de la negrura luciferina en sus predicciones catastróficas y vivamos nosotros confiados en las promesas de Dios.
¿Qué motivó el espectacular crecimiento de la Iglesia en Jerusalén?
Las ideas religiosas de Shakespeare, sus convicciones espirituales, su fe en el más allá forman en conjunto un tema que la mayoría de sus biógrafos eluden.
Para Cervantes, todo cuanto la Biblia dice es verdad, y en esa verdad descansaba su fe y su conciencia religiosa.
La imaginación de Cervantes transforma a un aldeano hidalgo, Alonso Quijano, en Don Quijote, hombre que del mucho leer libros de caballería se declara a sí mismo caballero andante.
Concluyo la presentación de 41 líderes evangélicos que nos precedieron hablando sobre Gabino Fernández, Federico Fliedner, Félix Moreno, Ramón Taibo, Juan Gili.
En este artículo escribo sobre Emilio Martínez, William Barber.
Hoy recordamos a Samuel Vila, Bernardo Sánchez, Antonio Martínez y Joaquín Serra.
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