- Un día u otro deberíamos pensar en buscarnos parejas, se nos va a pasar la edad de tener descendencia.

No hay motivo para que andemos acomplejados, humildes sí, pero muy bienaventurados

¿Qué tal si yo mismo soy lotería premiada para ellos?

¿Acaso no habría sido mayor muestra de afecto revelarle su error? ¿Dejarlo engañado es quererlo bien?

Sintió como nunca antes que creía, que esperaba y que amaba.

Todo árbol con virus o sin él que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego.

Sorprendentemente la noche anterior nos proveyeron de una copiosa y suculenta cena a la que nos entregamos con fruición.

― Bueno, ¿y por qué no haces uso de ella? Se acabaría el problema.

Un cuento.

Un nuevo cuento breve de Antonio Cárdenas.

Precisamente había soñado aquella noche que sus amigos le harían una broma.

Dios tiene sus tiempos y cuando interviene es inapelable.

Quizá el desencadenante de las molestias ansiosas fuese la proximidad de algunas personas.

― Es curioso que este gato actúa como un gato.

― Pero si aún no hemos contratado nada..

Ni desde dónde…, ni por qué…, ni para qué…

- Pero, estáis todavía estudiando y no tenéis medios para independizaros.

Cada vez lo saca un poco a flote y parece que va a vivir, vuelve a recaer de nuevo.

- Alguien debe ser valiente y decirle lo que no quiere saber.

- Bueno, no sería el caso, porque él también sufrió el sinsentido.

Este Agabo se hace insoportable hablando de cosas que no sabe.

Me atacó una furiosa moscarda dirigiéndose en picado contra mi ojo izquierdo.

¿Fe sin fuerza? ¿Fe sin énfasis? ¿Fe tibia? ¿Fe sin firmeza? ¿Fe sin valor?

- Hay maneras y maneras de decir las cosas.

- ¿Y por qué no asegurar el de la semana, el del mes, el del año…? ¿No estaríamos más tranquilos?