Nuestra habitación

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La división interna en la NASA es un asunto que no ha trascendido a los medios de comunicación occidentales, pero gracias al personal del servicio de limpieza, sabemos qué pasó allí realmente.

Resulta que los vehículos que transitan por el planeta Marte retransmitieron una imagen harto sorprendente. Un gran letrero a modo de anuncio publicitario urbano apareció en las pantallas de esta agencia de gobierno estadounidense.

Detuvieron al robot ante ese cartel sin dar crédito a lo que veían. Enfocando bien el objetivo vieron que contenía un texto escrito en perfecto inglés.

¿Quién lo ha podido colocar ahí si suponíamos que no había marcianos?

Comenzaron a discurrir quién hubiese podido ser. ¿Los rusos? ¿Han llegado antes que nosotros a Marte?

Lo de verdadero interés era el contenido del texto, que un muchacho en prácticas no tardó en reconocer.

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— ¡Es un versículo de la Biblia! Está en Hechos que dice “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros”

Y pasó esto, que una facción del personal de la NASA se llenó de temor y abandonaron la empresa de la conquista de Marte. Buscaron a Dios. La Tierra es nuestro límite prefijado, no parece recomendable irse fuera.

Otros creyeron que habían sido objeto de una invasión en los sistemas de retransmisión Inter espacial, ¿quizá los rusos? ¿los chinos? ¡Quién sabe! Insensiblemente continuaron con la búsqueda, pero no de Dios.

Sin embargo, Él está más cerca que Marte para quien lo quiera buscar.