El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los pelícanos han sido objeto de una profunda simbología espiritual ya que se les ha relacionado con el amor materno, la solidaridad y la caridad cristiana.
El Autor de la vida fue el Dios del Sinaí y el Dios del Calvario.
Ni la vida ni los ecosistemas naturales existirían sin esta extraordinaria reacción química que viene ocurriendo silenciosamente desde los orígenes.
Si vamos a aventurarnos en el espacio, ¿no deberíamos al menos abordarlo de una manera verdaderamente sostenible?
No existen tantas evidencias de la evolución como la gente suele creer. El creador podría haberlo hecho todo a partir de la nada repentinamente, o bien por medio de la creación de tipos básicos de organismos que poco a poco se diversificaran por microevolución.
¿Acaso el raciocinio humano no puede ir de la mano de la esperanza teísta?
Hay que admitir la creación como un principio necesario e irrefutable. Por mucho que esta conclusión pueda desagradar a algunos, lo cierto es que la ciencia actual asume que el universo no ha existido siempre.
Pidamos perdón al Señor por todo lo que hacemos mal, del poco cuidado que tenemos con la gran misión que se nos ha encomendado. Todos nuestros actos, buenos o malos, repercuten en la Tierra.
La validez actual del principio de conservación de la masa-energía no tiene que ver tanto con la eternidad de la energía sino con las transformaciones que ésta experimenta en el mundo.
El universo rebosa intención desde la partícula más elemental a la más remota galaxia. Y en las fronteras invisibles de la materia, allí donde se hace borrosa la realidad, se intuyen los caminos del espíritu.
Dios es un Dios creador, creativo que ha hecho grandes maravillas, ¿acaso lo hemos olvidado?
El agua es la sustancia que más nos une y la que más hemos compartido de una forma u otra con cada organismo vivo que jamás ha existido en el planeta tierra.
Quiero escoger dos términos clave: fe y palabra. Porque creo que se trata de dos conceptos recíprocos e indisociables. La fe nunca puede ir sola sin la palabra.
El verdadero amor solo se podía proponer en términos de elección libre.
Aunque las instituciones continentales hablan de una mejora de la calidad del aire, expertos alertan de que “cada año que pasa, la dificultad de mitigar el impacto aumenta”.
Nunca sabemos por dónde puede llevarnos Dios cuando nos da la gracia de la contemplación a partir de su Palabra.
No deja de ser significativo que redes evangélicas se sumen a esta iniciativa en la que “las hermanas y los hermanos de la familia ecuménica se unen en la oración”.
La entidad muestra preocupación ante el ecumenismo en el cuidado de la creación, la próxima encíclica del Papa y el estado de la libertad religiosa en China.
La creación no pretende ser un fin en sí misma, sino la forma de orientarnos hacia el Creador, quien nos da vida y amor.
Los partidos verdes han ganado mucho apoyo en las últimas elecciones locales en el país.
La WEA y la ONU formalizan su colaboración en la lucha contra la sequía y la degradación de la tierra.
El 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente.
El creyente que no se maravilla ante la creación de Dios, es que no ha entendido la Escritura bíblica.
Unidas en el marco de la campaña ‘Renueva nuestro mundo’, consideran que la destrucción de la biodiversidad contribuye a la transmisión de patógenos de animales a humanos.
Este artículo aborda cada uno de estos temas: los incendios en sí, su impacto e importancia mundial, y las respuestas de los gobiernos mundiales y nacionales, junto con pautas para una respuesta cristiana. Por Tim Carricker.
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