El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
En una mujer se piensa con mucho ahínco si ha dejado de dar todo lo que el hombre estaba acostumbrado a recibir.
Que sea el Señor quien renueve día a día nuestra firmeza, aunque esta decisión sea contraria a lo que nos obliga la autoridad de turno.
Había que aguardar a que Dios actuase conforme a las peticiones de sus jefes. Porque Dios era el siervo y los siervos los mandamases.
El profeta sigue actuando en su camino. Le conocemos, sabemos que sigue, día a día, haciendo su obra: vivificar a quien se acerca.
La vida es una cuerda floja. Cuando estamos en este estado, más necesidad tenemos de esperanza.
Suele haber demanda de fenómenos prodigiosos por parte de personas a las que se les queda corto el mayor milagro de todos: la venida de Cristo al mundo.
Que no nos importe lo que otros puedan opinar de Jesús cuando hablamos de él. Sigamos adelante con la convicción de que es el Salvador del mundo.
Quiero estar junto a ti, aprender de ti, conocerte con claridad, saber lo que te agrada, trabajar y vivir para ti.
Resurgirá la alegría perdida y, en este hallazgo, el Maestro os otorgará fuerzas suficientes para tomar decisiones muy precisas.
Aquel extranjero que veraneaba en la zona, estaba acostumbrado a cuidar tanto lo que era de su propiedad como lo que no.
Se dedican a meter miedo, acobardar, condenar. Causan desesperanza.
“Hermana, llámame algún día. Hace tiempo que no recibo tus llamadas”, pide quien nunca llama, ni llamará.
Hay personas heridas por los seres que consideran más queridos sin sentirse queridas por ellos.
Medito y pienso si no sería bueno adoptar esa costumbre también para nuestra mente.
Estamos llamadas a exhortar a las iglesias que necesitan cubrir sus huesos secos con sana carne.
Queriendo o sin querer, contempla un mundo mudo para ella, un mundo vacío que le impide relacionarse.
El destino es el destino y esta vez le guiñó el ojo a ella.
La bondad es como un trabajo de jardinería, se labra poco a poco y el resultado es excepcional.
Buscaba a alguien que se sentara con él y le mostrara algo sobre el Señor. Mas sólo halló normas y preceptos de conveniencia que debía cumplir.
“Estamos obligados, pues, por no haber lugar en el mesón para nosotros, a vivir y crecer, en nombre de Jesucristo, en el gran pesebre que da cobijo a los necesitados de este mundo”.
Quiso ser un pájaro de espíritu aventurero, pero parte de su cuerpo y de su mente no la ayudan a escapar tras sus sueños.
25 de noviembre, Día Internacional contra el maltrato a las mujeres.
Hermann Hesse (1877-1962) escribió un breve cuento titulado El viaje a Oriente (1959).
Para los que todavía conservan esa cosa llamada conciencia y les molesta...
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