El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Supongo que un gran número de científicos han tomado al menos una vez en su vida una decisión muy importante basándose en algún tipo de fe.
Vivimos en un mundo esclavizante que no nos permite descansar ¡y mucho menos meditar! La tiranía de lo instantáneo nos ha absorbido por completo.
Es mediante la oración que tomamos conciencia de que nuestras cargas las lleva el Señor y no nosotros.
Dios nos regala mucho más de lo que imaginamos, pero nosotros siempre estamos anhelando aquello que nos deslumbra.
Galileo, ferviente cristiano, respondió que el principio fundamental de su teología era su creencia en los dos libros divinos, la Biblia y el ‘Libro de la Naturaleza’.
Envueltos en nuestras propias urgencias, es más que probable que nuestro mundo continúe de espaldas a la realidad, no solo de aquel niño nacido, sino de que se acerca otro día en que ese Deseado retornará.
Salgamos sin más con el mensaje del Señor traducido a la lengua asequible que cada cual posea.
Aunque es uno el corazón, sus pensamientos se cuentan por cientos y miles, de manera que dilucidar cuál es el mejor, el bueno o el correcto es ardua tarea.
El ideal cristiano no es trabajar lo menos posible, sino usar el trabajo para la gloria de Dios.
¿No es el momento ya de manifestar nuestra fe abiertamente en nuestros lugares de trabajo, en nuestras relaciones de amistad, a nuestros vecinos, etc., sin miedo y sin vergüenza?
A lo que ya esperábamos, hemos de añadirle el “entretenimiento extra” de tener que hacer lo mismo, solo que mucho más complicado por nuestra mala cabeza.
Siempre hay un momento en el que la responsabilidad de la otra persona no puede ser cargada sobre nuestro corazón. Hubo uno que si llevó la carga del mundo sobre sus hombros.
Los cristianos que se reajustan a la vida al salir del confinamiento deben buscar el bien común respetando la ley y siguiendo las directrices. Un artículo de Jonathan Tame.
Si hay algo que Jesús ha dejado claro, en el N.T., es que Dios no es un sádico que se complace en hacer sufrir al ser humano.
Cerrar el grifo en un 10% durante un año no va a cambiar mucho la cantidad de CO2 que hay en la atmósfera.
Una reflexión en respuesta a un artículo del líder de la comunidad budista tibetana con motivo de la epidemia.
Diderot no fue el filósofo ateo que nos han venido presentando los historiadores y críticos católicos en España.
El tiempo de oración, meditación y reflexión en el ministerio cristiano es cada vez más escaso, lo que puede terminar en lo que conocemos como el síndrome “burnout”.
Queremos racionalizarlo todo, pero cuando nos hablan de Dios, ninguna razón sirve.
Frente a una sociedad cada vez más conectada con los medios, la iglesia mundial tiene el desafío de encontrarse con los jóvenes donde están. Un artículo de Tonje Belibi.
Mientras no tengamos una teoría probada de la gravedad cuántica, lo único que podremos hacer respecto a la historia anterior a este “momento de Planck” será… especular.
Cuando fue preguntado, Jesús definió el amor como la mayor prioridad en el Reino de Dios, y el amor es una cualidad de las relaciones: por consiguiente las relaciones deberían estar en el centro de cómo entendemos la vida pública.
Un pueblo es reprobable, sea el que sea, cuando el pecado prevalece en su vida pública, en sus leyes, en sus costumbres, en su manera de pensar, en sus relaciones con otros pueblos.
La insensatez no es una deficiencia mental sino moral; no se trata de un mal cerebral o neuronal sino espiritual.
La Dra. Coakley impartirá la conferencia Evolución, cooperación y la cuestión de Dios el próximo 24 de octubre.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.