El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El no pensar nos ha llevado a vivir sólo de lo aparente, de lo que se ve.
La profecía bíblica enseña que Dios no tolera la superficialidad cuando se trata de transmitir su verdad. También el periodismo, cuando pierde su sentido reflexivo, es insuficiente.
Si vamos a aventurarnos en el espacio, ¿no deberíamos al menos abordarlo de una manera verdaderamente sostenible?
Lo más trascendental en nuestra vida es amar a Dios y saber que él está con nosotros.
Se nos ordena mostrar amor a todos los que encontremos, pero estamos especialmente conectados a nuestra 'familia' cristiana.
Tanto a la larga como a la corta, el irresponsable perezoso provocará fastidio en quienes han depositado algún tipo de confianza en él.
El Dr. Polkinghorne hizo considerables contribuciones al campo de la ciencia y la religión durante su larga y fructífera vida.
Si consideramos que el relato de Génesis es histórico, es inevitable el choque frontal con la cosmología, la geología, la biología, la paleontología, la glaciología y muchas otras disciplinas.
Esta idea de que Dios solo tiene lugar allí donde no sabemos lo que está pasando, no se sustenta en la Biblia.
A veces no nos damos cuenta del peligro de dejar que los días pasen de cualquier manera.
Supongo que un gran número de científicos han tomado al menos una vez en su vida una decisión muy importante basándose en algún tipo de fe.
Vivimos en un mundo esclavizante que no nos permite descansar ¡y mucho menos meditar! La tiranía de lo instantáneo nos ha absorbido por completo.
Es mediante la oración que tomamos conciencia de que nuestras cargas las lleva el Señor y no nosotros.
Dios nos regala mucho más de lo que imaginamos, pero nosotros siempre estamos anhelando aquello que nos deslumbra.
Galileo, ferviente cristiano, respondió que el principio fundamental de su teología era su creencia en los dos libros divinos, la Biblia y el ‘Libro de la Naturaleza’.
Envueltos en nuestras propias urgencias, es más que probable que nuestro mundo continúe de espaldas a la realidad, no solo de aquel niño nacido, sino de que se acerca otro día en que ese Deseado retornará.
Salgamos sin más con el mensaje del Señor traducido a la lengua asequible que cada cual posea.
Aunque es uno el corazón, sus pensamientos se cuentan por cientos y miles, de manera que dilucidar cuál es el mejor, el bueno o el correcto es ardua tarea.
El ideal cristiano no es trabajar lo menos posible, sino usar el trabajo para la gloria de Dios.
¿No es el momento ya de manifestar nuestra fe abiertamente en nuestros lugares de trabajo, en nuestras relaciones de amistad, a nuestros vecinos, etc., sin miedo y sin vergüenza?
A lo que ya esperábamos, hemos de añadirle el “entretenimiento extra” de tener que hacer lo mismo, solo que mucho más complicado por nuestra mala cabeza.
Siempre hay un momento en el que la responsabilidad de la otra persona no puede ser cargada sobre nuestro corazón. Hubo uno que si llevó la carga del mundo sobre sus hombros.
Los cristianos que se reajustan a la vida al salir del confinamiento deben buscar el bien común respetando la ley y siguiendo las directrices. Un artículo de Jonathan Tame.
Si hay algo que Jesús ha dejado claro, en el N.T., es que Dios no es un sádico que se complace en hacer sufrir al ser humano.
Cerrar el grifo en un 10% durante un año no va a cambiar mucho la cantidad de CO2 que hay en la atmósfera.
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