El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Este libro va destinado a niños de entre 8 y 14 años, para que lo lean solos. Pero los padres también pueden beneficiarse de él como complemento para devocionales o debates. Espero que este libro caiga en buena tierra, arraigue, crezca y dé fruto.
Aprender a contentarse en cualquier circunstancia es todo un arte, un mis- terio espiritual. Debe aprenderse, y aprenderse como misterio.
La sociedad está hipersexualizada, pero sigue siendo tabú hablar de forma respetuosa y clara sobre el sexo. La meta de este libro es cambiar eso, con una visión cristiana y científica.
Este estudio es una guía de la carta que Pedro escribió a aquellas personas cuyo contexto conocía bien y con el que nosotros podemos sintonizar hoy en día.
El 36% de los españoles no lee nunca, dicen los últimos datos. “Las personas se resisten sencillamente porque no lo han probado”, asegura el escritor José de Segovia.
Se introduce al lector en el ambiente cultural, político, social y religioso del siglo I, en el cual tiene lugar la eclosión del cristianismo, la expansión misionera y la fundación de las iglesias que van tachonando la geografía del Imperio Romano.
Dependemos de valores a los que la revolución de Jesús (también conocida como “cristianismo”) ha dado forma de manera profunda y distintiva. Estos valores están tan extendidos que los consideramos universales, obvios y naturales.
La mayoría de los occidentales disfrutamos de casas en las que vivir, comida que comer y Netflix, pero parece faltar algo. Ha de haber alguna cosa más en la vida que simplemente no morir. Pero, ¿qué es?
Si consideramos el corazón del evangelio, el libro de Proverbios nos recuerda que Dios no nos ha dejado solos para que dirijamos nuestra vida como podamos.
El poder de magnificar a Cristo al tiempo que demostramos y declaramos el evangelio a todas las naciones procede de una relación constante con el Jesucristo que vive y gobierna.
En el mundo de Jesús, encontramos una visión del amor que es mucho más profunda de lo que nuestros corazones pueden soportar ahora y una intimidad más real que la que nuestros débiles cuerpos han podido experimentar nunca.
Habrá traidores como Judas y creyentes débiles como Pedro. Sin embargo, Jesús expone una serie de consideraciones que ayudarán a los suyos a seguir adelante.
Deja que la Palabra de Dios te moldee. No es suficiente con “rumiar” el pensamiento del día, hay que aplicarlo a la vida diaria.
Tras muchas entrevistas con nuevos cristianos, entendimos que habíamos descubierto algo real sobre la conversión en este mundo posmoderno.
Cada semana, después de ser imantados como iglesia reunida, somos enviados y esparcidos por el mundo para ser una presencia magnética.
Abrazar la soledad, finalmente, nos aportará sanidad. Permitirá que nuestra mente se relaje y descanse en medio de la fatiga sensorial y ambiental en que nos toca vivir.
En el fondo, sabemos que la tensión es real: para que nuestros hijos estén a salvo a largo plazo, debemos dejar que asuman ciertos riesgos ahora.
¿Cuáles son los retos y las oportunidades que nos saldrán al paso cuando lleguemos al final de nuestras vidas, y qué podemos aprender de los incontables cristianos que nos han precedido?
Nos vemos inmersos en algo que es escrito especialmente para días de Adviento, pero que también es muy válido para cualquier momento.
Sí, ahora somos los malos. Y eso está bien. Experimentar la hostilidad después de un período considerable de tolerancia religiosa y paz para la iglesia en Occidente nos vuelve a poner en el lugar de muchos otros cristianos.
El discípulo financiero ayudará a otros a seguir a Jesús con su dinero y sus bienes materiales, de modo que puedan experimentar la actividad del propio Cristo en sus vidas cotidianas.
La cruz y la resurrección juntas —y solo juntas— nos dan la forma básica o patrón por el que los cristianos “viven a la luz de la nueva creación”.
El objetivo de este libro es ayudar a los predicadores en España a construir puentes, y por consiguiente a dirigirse tanto a cristianos como a no cristianos usando el mismo sermón.
Si llevas tiempo siendo cristiano, es probable que hayas escuchado el viejo cliché de que tenemos que estar “en el mundo sin ser del mundo”. Pero ¿qué significa eso?
Mi preocupación principal ha sido formar a discípulos de Cristo santos y que den fruto, así como abordar algunos de los desafíos a los que nos enfrentamos cuando llevamos esto a cabo.
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