El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Tienes ese regalo delante de ti. ¿Le has quitado el envoltorio y te has apropiado personalmente de Él?
Todos los mortales son pecadores y sus vestimentas están sucias. Pero hay esperanza.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
El plan de redención data de la eternidad pasada pero en buena hora llegó el único que podía llevarlo a cabo.
Jesucristo trae salvación porque se entrega a Sí mismo.
Si nuestra primera estación es nuestro nacimiento y comenzamos nuestro trayecto de esa manera, el final del trayecto es nuestra defunción.
“Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos" (Ezequiel 11:19)
Hay una promesa emitida en el pasado, una realidad presente y un cumplimiento futuro.
Tú decides quién saca la basura.
Vemos el sufrimiento pero sabemos que el mal que lo genera no tendrá la última palabra.
Las agujas del reloj seguirán su imparable curso...
Dios no necesita ni ritos ni sacramentos ni ascetismo por tu parte. Ya te ha perdonado si te has arrepentido y confías en Él para tu salvación.
¿Cómo podemos afirmar que algo que hay que cumplir nos hace libres?
No lo pensamos dos veces cuando una persona nos dice algo. Pero cuando Dios afirma algo ¿le creemos?
Puesto que Dios derrama su amor en nuestros corazones, debemos amarnos los unos a los otros de forma proactiva.
¿Te ha transformado esta verdad, o sigues fuera del Reino de Dios aunque sepas como llegar?
La báscula física no puede pesarlo todo.
La Biblia utiliza el término "simulación" (Gálatas 2:13) para referirse a la "hipocresía".
Podemos ir por ese camino y disfrutar de su beneplácito o podemos seguir en rebeldía contra Él y sufrir las consecuencias.
La oración es señal de una relación personal con Dios, no de una religión.
Las buenas obras las hacemos porque Cristo nos salva y santifica. Son resultado de la salvación pero no el medio de alcanzarla.
No hay segundas oportunidades tras el aterrizaje.
Cristo te extiende Su mano. Él sabe que necesitas la salvación y te la ofrece gratuitamente si confías en Él.
Si el profeta Isaías apunta a la presciencia como uno de los atributos únicos e intransferibles de Dios, ¿qué conclusión podemos sacar acerca de Jesús?
Cuando leemos que Dios “es el Salvador de todos los hombres”, no quiere decir que todos se salvan.
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