Espadas

Jesús contó una parábola con un final chocante: “a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí”. (Lucas 19:27).

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¿Cómo? ¿No se supone que la descripción laboral de Jesús es la de perdonarnos a todos? No deseamos considerar siquiera una imagen como la que ha utilizado para avisarnos.

Pero recuerda que Jesús está pintando una imagen con palabras (Apocalipsis 14:10). Está contando una parábola haciendo uso de conceptos que comprendemos en sentido material para que seamos capaces de comprender la verdad espiritual a la que está haciendo referencia. Desobedece a Dios y no entrarás en el reino del Rey. La única alternativa al cielo es el infierno, la destrucción eterna de la que habla Judas 7.

Pero, afirmas, a pesar de todo, Jesús no debiera usar semejante lenguaje...

Marcos 14:27 cita Zacarías 13:7 y Mateo 26:56 hace referencia al mismo versículo. Dios golpeará al Mesías y las ovejas huirán. Es decir, Dios golpea a Dios y los discípulos salen huyendo. Ahora considera esto:

Salmo 22:20a declara: “Libra de la espada mi alma”. El Salmo 22 es una predicción de la crucifixión de Cristo, que de hecho Jesús gritó desde la cruz (Salmo 22:1-2, Mateo 27:46, Marcos 15:34).

A pesar de ello, Zacarías 13:7a dice: “Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice el Dios de los ejércitos. Hiere al pastor”.

No llegues a la conclusión que Jesús está usando palabras desmedidas. Habla claro, pero al mismo tiempo, se está interponiendo entre ti y la espada para que no te alcance.

Esa es la magnitud del amor de Dios (Juan 3:16).

Y aquellos que tienen a Cristo como su Señor gozan de la protección contra la espada gracias al mismo escudo que no se contenta con avisar con palabras únicamente, sino que está dispuesto a recibir el golpe en su lugar:

“Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1ª Tesalonicenses 1:10b).

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Hebreos 4:12 dice: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. Constituye otro elemento de la advertencia emitida en la Biblia: La Palabra del Señor también es un arma de ejecución. Deja todo al descubierto (Hebreos 4:13). No se la puede engañar. No te metas con la Palabra porque descubrirá si eres un verdadero creyente o no (Mateo 7:21-23). La Palabra de Dios es el medio para salvación pero también el instrumento de juicio de forma que te debes someter a ella antes de que sea demasiado tarde porque la espada de la boca de Dios, Su Palabra, eventualmente golpeará (Apocalipsis 1:16, Apocalipsis 2:16, Apocalipsis 19:15 y 21).