El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Esta idea choca frontalmente contra el comportamiento de los discípulos de Jesús, ya que ninguno de ellos tenía la esperanza de que resucitaría al tercer día.
Existen numerosas hipótesis y legendas contrarias a la resurrección o que pretenden negar la realidad histórica de la misma.
Toda criatura humana es también como un caminante de la historia. El Maestro se hace presente en los senderos de la humanidad.
El Dios de la Biblia no puede reducirse a la propia naturaleza creada por él mismo, como creyeron tantos filósofos materialistas a lo largo de la historia.
Si hay algo que Jesús ha dejado claro, en el N.T., es que Dios no es un sádico que se complace en hacer sufrir al ser humano.
Hay hechos que cuanto más avanza el conocimiento científico, más recalcitrantes se vuelven. Son sucesos que se resisten a cualquier intento de explicación científica.
La fe cristiana es universal porque, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, Dios es el Señor de todas las naciones de la tierra.
Lo impuro, desde la óptica bíblica, no es lo pecaminoso sino más bien todo aquello que incapacitaba formalmente para acercarse al santuario del Dios vivo.
Los milagros, si han ocurrido, han tenido también una primera vez, sean únicos, como la resurrección de Jesús, o no lo sean, como las diversas sanidades.
El creyente que no se maravilla ante la creación de Dios, es que no ha entendido la Escritura bíblica.
Tradicionalmente la cristiandad ha venido aceptando los milagros, tal como se describen en la Escritura, hasta los siglos XVII y XVIII.
Dios no se dedica a castigar a la humanidad por medio de virus mutantes que matan sobre todo a los más ancianos, o a quienes tienen un sistema inmunitario débil, sean éstos, creyentes o no.
El Covid-19 puede ser el principio de toda una serie de epidemias víricas que se nos vendrán encima si no aprendemos a ser mucho más respetuosos con la creación.
Si al leer tu Biblia descubres que Dios te está hablando a través de ella, es porque el Espíritu Santo te está dando la oportunidad de solucionar algo que no está bien en tu vida.
Jesús creyó en la autoría de Moisés.
Ningún otro libro religioso tiene predicciones tan extremadamente precisas como la Biblia.
Si el universo es tan inmensamente extenso, ¿cómo debe ser el Dios que lo creó?
En la Biblia, Dios crea a partir de la nada absoluta, mientras que en el relato Enuma elish, los dioses surgen a partir de las aguas que habían existido desde siempre.
Hasta ahora, todos los análisis indican que el Covid-19 no es un virus manipulado por el ser humano o una construcción de laboratorio.
La crucifixión de Cristo y su posterior resurrección nos confirman que la muerte tiene los días contados. Del amor de Dios que llevó a Jesús a la cruz, no podrá separarnos nada.
En la Biblia hay mucha sabiduría, mucha más de lo que normalmente pensamos.
En una época en la que se desconocían los microbios patógenos o los virus y priones, las Escrituras previenen determinados comportamientos y ponen de manifiesto así la sabiduría infinita que subyace detrás de sus páginas.
Según la Escritura, toda vida viene de Dios ya que Él es la fuente de la vida.
La verdad nunca cambia, sin embargo, la ciencia, en su búsqueda de la verdad, está siempre cambiando.
La arqueología permite vincular determinados acontecimientos bíblicos con lugares geográficos concretos e inscribirlos así en ciertos momentos históricos.
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