El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La apologética responsable se fundamenta tanto en el conocimiento del evangelio como en el de su público. Las personas tienen diversas razones para no ser cristianas.
Aun los más santos, cuando se los deja solos, pronto manifiestan ser menos que hombres; no son nada. Todas nuestras fuerzas son debilidad, y toda nuestra sabiduría es insensatez.
Escucha un fragmento de este audiolibro.
En una época en la que el debate sobre la esclavitud estaba en el orden del día, Charles Spurgeon fue un abolicionista activo, amigo personal de Harriet Beecher, autora de “La cabaña del tío Tom”, con la que se carteaba.
Es en los lugares cotidianos donde se desarrolla el drama del reino de Dios y el señorío de Jesús frente a una cultura dominante que ofrece anestésicos a las personas desorientadas para que dejen de pensar en los grandes asuntos de la vida y la fe.
En la pelea contra la falsa doctrina, la mundanalidad y el pecado, avanzamos sin temor hasta el final, y por eso nuestro lenguaje no debe ser fruto de una pasión desordenada, sino de principios bien considerados.
Debemos evangelizar. Y debemos enseñar a cada nueva generación de conversos a observar todo lo que Cristo ha mandado. En otras palabras, debemos discipular.
La inspiración conlleva la autoridad, la cual a su vez conlleva afirmaciones respecto a la verdad. La doctrina específica que trata este tema se llama “la inerrancia” y es el tema de este libro.
Los cristianos deberíamos ser capaces de pensar y hablar sobre la muerte con esperanza, seguridad, significado y propósito. Presento algunas ideas sobre cómo podemos hacer una contribución positiva no solo al debate ético y político, sino también en nuestras conversaciones con otros sobre el final de la vida.
La fantástica obra de George Borrow, La Biblia en España, fue la que me abrió los ojos a la evangelización de mi país.
Entre los salvos por gracia está el personaje central del capítulo 2, una mujer gentil llamada Rahab, que alcanza la salvación gratuitamente junto con su familia directa y que vino a incorporarse a las bendiciones que Dios había determinado para Su pueblo Israel.
¿Tiene Dios algo que decir sobre la economía, la pandemia o la sexualidad? ¿Se nos ocurriría pensar que nos hablaría a través de una predicación expositiva de un pasaje de la Biblia?
Una indicación de que la Biblia de Jesús era nuestro Antiguo Testamento se encuentra en Mateo 23:35, donde nuestro Señor hace un repaso de toda la historia del rechazo a la Palabra de Dios desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías.
¿Somos solo primates avanzados? ¿Somos máquinas? ¿Somos almas confinadas a un cuerpo? ¿O somos quizá una combinación de estas tres cosas?
En estos días de paz y libertad, cuando se cumplen 500 años del nacimiento de Casiodoro de Reina, es necesario reivindicar un monumento literario de primera magnitud como es esta extraordinaria traducción de la Biblia.
El camino que transitamos en la vida está lleno de trampas ocultas. Dios nos respalda y nos protege si escuchamos y obedecemos su voz.
Cualquier forma de ministerio ha de tener en el fondo una finalidad primordial: comunicar la Palabra de Dios.
La serie de libros que publicaremos se divide en cuatro áreas temáticas: evangelización y misión; Biblia y cultura; pastoral y persona, y teología bíblica.
El propósito de este libro es indicarnos cómo la Escritura nos muestra el camino más adecuado para enfrentar nuestros miedos. El cristiano no es inmune al miedo, pero sí cuenta con medios efectivos para hacerles frente.
Pablo les recuerda que Dios los ha llamado, los ha separado para que sean santificados y su santo pueblo. Esto no es algún sueño apostólico sino una declaración de hecho.
La cruz produce una ruptura radical en nuestras vidas, entre la posición que ocupábamos antes de confiar en Cristo, y la posición que ocupamos ahora como discípulos suyos.
Si Dios deja a nuestros amigos y parientes con nosotros cuando más los necesitamos, y los quita cuando más fácilmente se puede prescindir de ellos, reconozcamos que es sabio, y no nos quejemos de que es duro para con nosotros.
El enfrentamiento y el intercambio de insultos en controversias desmedidas sobre ciencia y fe producen más calor que luz.
Testificamos cuando consideramos las cuestiones personales desde una perspectiva bíblica. Testificamos cuando vemos los temas de interés público desde una perspectiva bíblica.
José había aceptado que podía finalizar su vida en una prisión egipcia. Abraham se había mentalizado que podía perder a su hijo por orden de Dios
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