Cuando se ama lo que Dios ama, tal amor es deseable y cuando se ama lo que Dios odia, tal amor es detestable.
El amor y el odio son dos grandes fuerzas que mueven a los seres humanos, para bien o para mal, según sea el objeto y la intención de tales pasiones. Aunque la palabra amor es muy encantadora y emotiva, estando asociada con lo mejor y más excelente, no necesariamente siempre está a la altura de lo sublime. Lo mismo ocurre con la palabra odio o su sinónimo aborrecimiento, que yendo de la mano de lo peor y más vil, no irremediablemente siempre tiene que ver con lo bajo e indigno. Puede haber un amor que esté desviado hacia lo perverso, lo mismo que puede haber un odio que sea admirable y ejemplar.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]
Un amor desordenado nunca podrá ser algo encomiable, porque el fin perseguido lo descalifica. Por ejemplo, el amor al dinero convierte a la persona en un ávido acaparador, insaciable por más que tenga, haciendo que el sentido de la vida sea acumular y acumular. No importa que la palabra empleada sea amor para definir su deseo, la misma ya queda degradada por el codicioso propósito que persigue. Igual ocurre con el amor que es equivalente a la lujuria, que trastorna los sentidos y rebaja a su portador al nivel de las bestias irracionales, llevándose por delante todo lo que haga falta, con tal de consumar su codicia.
Lo mismo sucede con el odio, palabra que parece arrojar a toda otra que se una a ella a un precipicio de arrebato. Sin embargo, hay un odio benigno, bueno, que consiste en el aborrecimiento de lo malo, hasta el punto de que si no fuera por la existencia de esta clase de odio el mundo quedaría a merced del mal para siempre. Hay en la justicia un ingrediente esencial de tal aversión, que la hace incompatible con lo que es maligno, razón por la cual existe una confrontación radical entre ambos.
Pero ¿cómo saber cuándo el amor y el odio son detestables y cuándo son deseables? La respuesta está en que cuando se ama lo que Dios ama, tal amor es deseable y cuando se ama lo que Dios odia, tal amor es detestable. Y viceversa, cuando se odia lo que Dios odia, tal odio es fidedigno y cuando se odia lo que Dios ama, tal odio es abominable.
Hay un tweet de Dios que dice lo siguiente: ‘Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me aborrecen aman la muerte.’ (Proverbios 8:36). Quien está hablando así es la sabiduría, que lejos de ser algo, como lo era entre los griegos, es alguien, y alguien sobremanera exaltado, pues existía con Dios antes de la creación del mundo, interviniendo en esa obra magistral. Es por su inteligencia que el mundo fue ordenado de acuerdo a unas leyes por las que funciona armoniosamente, siendo el deleite de Dios y deseando deleitarse ella misma con los hombres. A todas luces, pues, no se trata de una mera virtud o cosa, sino de una persona, que habla, piensa, actúa y quiere. Todos los ingredientes de personalidad, como entendimiento, voluntad y emociones, están presentes. El Nuevo Testamento aclarará de quién se trata.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]
Se puede pecar en su contra, con unas consecuencias que son equiparables a pecar contra Dios, lo cual la sitúa en un nivel que no es el de las criaturas. La traducción que se ha hecho de ‘defrauda su alma’, es literalmente ‘hace violencia a su alma’. Es destacable que esa palabra violencia es la misma que se emplea en el relato de las condiciones del mundo antes del diluvio, cuando dice que ‘estaba la tierra llena de violencia’. No era una violencia cualquiera, sino una desmedida y especialmente maliciosa. Pues bien, quien peca, dice el texto, está practicando tal tipo de violencia sobre sí mismo, porque está sometiendo a su alma a un procedimiento destructivo, en el que la conciencia queda herida mortalmente. Nada noble y puro, nada elevado y valioso, va a salir indemne de tal método de hacerse daño a uno mismo.
El texto presenta además, por un lado, un contraste entre aborrecimiento y amor; pero también muestra, por otro, una concordancia entre ambos. ‘Los que me aborrecen aman…’, afirma. ¿Se puede aborrecer y amar al mismo tiempo? Sin duda alguna, según este pasaje. Lo terrible es que se está aborreciendo a quien se debería amar y se está amando lo que se debería aborrecer, hasta tal punto se corrompe el que peca. Porque ¿cómo se puede amar a la muerte, a ese rey de los espantos, si no es porque las facultades han sido trastocadas, hasta considerar lo peor como lo supremo? Pero para llegar a ese punto, primero se pasa por el odio a quien se debería. Y de esta manera, quien es amable, en el sentido de digno de ser amado, es aborrecido, para, a continuación, ser amado lo que debería ser aborrecido.
La verdad de este tweet de Dios sigue intacta, habiendo millones entregados a la tarea de hacer violencia contra ellos mismos, cavando la fosa en la que caerán indefectiblemente, a menos que cambien radicalmente la dirección de su odio y de su amor.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o