Creatividad y efectividad

Continuamos con el área de la proyección multimedia como parte de la comunicación visual en la iglesia.

En este artículo, daremos una introducción a dos conceptos muy importantes para el multimedia, aunque ciertamente se pueden aplicar a otras áreas también. Nos referimos a la creatividad y a la efectividad.

La proyección multimedia puede tener diferentes usos, y es importante que seamos conscientes del objetivo. Por ejemplo, hay proyecciones multimedia espectaculares usadas en conciertos u otras actividades. En esos casos, el multimedia no es un solo un apoyo, sino que se transforma en el centro visual o, al menos, en un elemento muy importante, que aporta contenido a los decorados del escenario, a la iluminación, etcétera.

Pero, por lo general, en el caso de la iglesia estamos hablando de algo diferente. En la iglesia, la proyección multimedia normalmente, como ya venimos diciendo en otros artículos, es un apoyo para ayudar a otros ministerios. Podemos ayudar a que el mensaje de la Palabra de Dios se transmita de forma más precisa apoyando la predicación. Podemos ayudar a que las personas canten más centradas en el mensaje de las canciones apoyando la alabanza. Podemos ayudar a que la congregación tenga la información necesaria para saber cuáles son las actividades y anuncios más importantes e incluso dando la bienvenida.

Hay una utilidad de la proyección multimedia que sí que puede buscar captar un poco más la atención, y es algo de lo que hablaremos más adelante. Nos estamos refiriendo a los tiempos antes y/o después de las reuniones, así como a los descansos entre partes (en aquellas iglesias que los tienen). Pero de este tema hablaremos en otros artículos.

Durante estos próximos artículos, por tanto, nos centraremos más en lo primero, es decir, en el apoyo a la predicación, alabanza y anuncios.

Existe una fina línea para conseguir el equilibrio entre efectividad y distracción. En muchos casos, esto se debe a un concepto equivocado sobre la creatividad.

Decía Pablo Picasso que «los grandes artistas copian; los genios roban». Más allá de lo irónico de la frase, sí que es cierto que, salvo excepciones, la creatividad quizá es un concepto mal interpretado (cuando no sobrevalorado). Muchas personas creen que creatividad, al tener el concepto de «creación», tiene que ver con originalidad, con exclusividad, con inventar algo nuevo.

Pero, en realidad, en casi todos los casos, lo mejor que un diseñador (sea profesional o amateur) puede hacer es observar, analizar, tomar prestado, mezclar y obtener un resultado propio que, en realidad, es fruto de una suma de influencias. Esto se aplica a muchísimas áreas, no solo al diseño.

No todas las iglesias disponen de profesionales del diseño con dosis ingentes de creatividad. De hecho, muchas iglesias ni siquiera disponen de profesionales del diseño con o sin creatividad. Por lo tanto, la persona (o personas) que tomen este servicio en sus manos deben recordar su función y tenerla siempre presente.

¿Qué queremos decir con esto? Pues es sencillo, y volveremos a repetir algunos conceptos que ya hemos ido introduciendo, y que deben ayudar a una comunicación visual efectiva en el multimedia:

1. El objetivo del multimedia no es captar bruscamente la atención de los presentes, sino aprovechar el tiempo que miran a la pantalla. Hay una diferencia entre ambas cosas. Si yo capto bruscamente la atención de la audiencia, en realidad, los estoy distrayendo. Si yo aprovecho el tiempo en el que miran a la pantalla, estoy sumando, contribuyendo. Evidentemente, en algunos casos, las miradas de los presentes se moverán al multimedia. Por ejemplo, si un predicador pasa de un punto a otro de su sermón y eso se ve reflejado en un cambio también en la proyección, es muy probable que las miradas de los presentes se dirijan hacia la pantalla. En ese caso, yo no consideraría que estemos distrayendo a la audiencia, sino que es algo normal en el proceso de la enseñanza cuando está apoyada por medios visuales. Este punto lo hemos mencionado ya varias veces, y volveremos a hacerlo. Por lo tanto, cuidado con los efectos especiales, las transiciones llamativas y cualquier elemento que pueda captar bruscamente la atención de los presentes cuando no es ese el objetivo.

2. Una comunicación visual efectiva debe armonizar con el conjunto. Esto no se refiere solo al diseño, aunque también, sino a todo lo que proyectamos en un momento determinado. Podríamos poner muchos ejemplos para explicar este punto. Por ahora, dejaremos estos dos. Imaginemos que estamos en un período de alabanza con canciones y que nuestra proyección incluye fondos animados. Si la canción es introspectiva, íntima, de reflexión, no tiene sentido que esos fondos tengan mucho movimiento, mucho colorido o transmitan una sensación diferente a la que la letra expresa. Lo importante, repetimos, siempre es el mensaje. Por lo tanto, los elementos visuales de la comunicación, el diseño de lo que proyectamos, deberá buscar siempre la armonía con ese mensaje. Otro ejemplo. El predicador está hablando sobre el precio de nuestra salvación a través del sacrificio de Cristo. Aunque él está tratando el aspecto de la salvación, que es algo que provoca gozo, el centro de su mensaje está siendo el alto precio que Jesucristo pagó por mí. Si el slide de la predicación muestra una imagen alegre, llena de colorido y que refleja a personas totalmente felices, estaremos equivocándonos en cuanto al contenido. Alguien podría decir: «Pero eso también forma parte del mensaje de la salvación». Cierto, pero en este caso el multimedia no debería buscar su propio mensaje, sino dar apoyo visual al predicador y, por lo tanto, la imagen debe armonizar con lo que él está intentando transmitir.

3. Una comunicación visual efectiva es global. Al ver el punto 2, muchos lectores que abogan por la sobriedad y la austeridad dirán: «¿Ves? Es mejor no poner nada o, como mucho, letra blanca sobre fondo negro». Como ya hemos dicho anteriormente, no es nuestra intención convencer a nadie de nada, ni imponer criterios de imagen. Sin embargo, hay principios sobre la comunicación, al igual que sobre el aprendizaje, que son globales. Por ejemplo, todos estaremos de acuerdo en que no es lo mismo escuchar el audio de una predicación a ver al predicador en persona. ¿Por qué? A fin de cuentas, el contenido es el mismo. La respuesta es sencilla. Hay muchísima comunicación no verbal, como gestos o pausas. Cuando tenemos al predicador delante, nuestra mirada suele estar centrada en la persona y la distracción es menor. Cuando solo escuchamos el audio, normalmente solemos estar haciendo otras cosas, o nuestra vista se dedica a observar, y, con ello, el impacto no es el mismo (aunque también sea de gran utilidad escuchar mensajes así). Deberíamos aplicar el mismo principio al uso del multimedia. En términos de aprendizaje, hay un concepto muy básico. El refuerzo visual potencia enormemente la asimilación de lo enseñado. Aunque hay diferencias al respecto, normalmente se dice que recordamos el 2% de lo que escuchamos y el 5% de lo que vemos. Otros estudios indican que, en charlas y conferencias, las personas retienen un 10% de lo que escuchan, un 20% de lo que ven, y un 50% de lo que escuchan y ven al mismo tiempo. El 94% de la información que una persona procesa en su vida es a través de lo que ve. Por ello, despreciar el apoyo visual para la enseñanza o la alabanza es dejar de lado un aspecto muy importante de cómo funcionamos los seres humanos. La mayoría de los estudios sobre aprendizaje, de hecho, afirman que es mejor el uso de una imagen que el de texto impreso.

4. Dios nos creó con cinco sentidos. Muchas veces doy gracias a Dios por haber creado la música. Aun sin palabras, una determinada música puede producir sentimientos de alegría, tristeza, melancolía e incluso miedo. Por eso, la alabanza no son solo palabras, sino también música. La música hace que algunos de nuestros sentidos contribuyan a que todo nuestro ser adore de forma más completa y compleja. De la misma manera, si lo que se proyecta está pensado para sumar apelando al sentido de la vista, el ministerio estará realizando un hermoso servicio para el Señor y su pueblo. Pondremos un sencillo ejemplo. Durante la Cena del Señor, a veces se canta alguna canción; en ocasiones, no. ¿Qué tal si durante ese tiempo, cuando no se canta nada, se proyecta una sencilla imagen de pan y vino con un versículo alusivo? A continuación, ponemos tres ejemplos muy sencillos de lo que queremos decir. Solo una imagen, con un texto de la Palabra de Dios, en tres formatos diferentes, sin efectos ni transiciones. La proyección multimedia puede usarse en muchos casos como un elemento decorativo, y es excelente cuando se hace bien.

5. Es sabio aprender de los demás. Empezábamos este artículo citando a Picasso en su frase sobre copiar. Hoy en día, Internet provee muchísima información y, cuando queremos ver modelos o ejemplos para preparar nuestros propios diseños, podemos buscarlos, elegir alguna idea que nos parezca adecuada y basarnos en ella para crear lo que necesitamos.

Empezamos ya abriendo un poco la caja de los trucos y detalles prácticos. A partir del próximo artículo abundaremos más en este tipo de informaciones.

(Estas informaciones así como materiales de apoyo y otras herramientas, están disponibles en www.diakonos.es. Para más información, pueden entrar en contacto con [email protected].)