Lo que falta en el mundo es llegar a ser responsablemente conscientes del hambre de tantas personas.
En el mundo falta pan. No sólo en los países más pobres. En España también. Hay hambre infantil, muchas carencias alimenticias de colectivos humanos. En el mundo unos mil millones de hambrientos. La pregunta bíblica es: ¿Cuántos panes tenéis? Es el cuestionamiento que precede al milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Pregunta de Jesús mismo.
Hay personas que tienen hambre en el mundo, otras, que están con múltiples carencias por falta de alimentos suficientes. Las multitudes siguen teniendo hambre, vuelven a tener hambre. No sé si la pregunta de Jesús: “¿Cuántos panes tenéis?”, se podría aplicar al mundo hoy, si esa pregunta aún debería seguir sonando en los oídos de los creyentes como una pregunta machacona que nos lanzara a la solidaridad y al compartir nuestro pan.
La respuesta de los discípulos fue triste hasta que comprendieron al Maestro y le obedecieron. Ellos querían que se despidiera a esas personas y que se esparcieran por los campos y las aldeas para intentar encontrar pan. No era ese el propósito de Jesús. Hoy, a sus discípulos, a todos nosotros se nos puede seguir haciendo la pregunta: Vosotros, sí, vosotros, nosotros, tú ¿Cuántos panes tenéis? ¿Cuántos panes tenemos?
Si los ponemos en las manos de Jesús, dispuestos a compartir, se producirá el milagro. Lo que falta en el mundo es llegar a ser responsablemente conscientes del hambre de tantas personas. No vale pensar en que se busquen la vida, máxime en un mundo en que no todos pueden disfrutar de los bienes del planeta tierra. Muchos acumulan y otros nadan en la escasez, la hambruna, la miseria, el hambre. La pregunta sigue sonando: ¿Cuántos panes tenéis?
Otra pregunta: ¿tenemos hoy capacidad de avergonzarnos si, al contemplar la pobreza a en el mundo, o sea, las tres cuartas partes de la humanidad o, en su caso, nuestra pobreza cercana en nuestra España, si se nos hace la pregunta de cuántos penes tenemos sabiendo que la intención es buscar nuestro compartir, nuestra solidaridad, nuestro amor al prójimo? ¿Es que, acaso, hemos perdido la capacidad de avergonzarnos?
Evangelistas del mundo, los que intentáis lanzar mensajes como el Maestro a las gentes cansadas: Para vosotros también va la pregunta: ¿Cuántos panes tenéis? ¿Acaso es más fácil compartir la Palabra que el pan? Quizás la recomendación sea ésta: cristiano, seguidor del Maestro, cuando salgas a compartir la palabra en un mundo en donde predomina la injusticia, el dolor y la pobreza, no salgas a compartir sólo la Palabra. Muy loable, pero pregúntate si Dios quiere que también compartas el pan. Aquí es donde la misión evangelizadora de la iglesia y su misión diacónica se dan la mano en esa necesidad de caminar juntas.
Iglesia: ¿Cuántos panes tenemos? No mandemos a las gentes hambrientas o necesitadas a que se busquen la vida por las aldeas y los campos… porque tenemos pan. Y si lo tenemos, hemos de compartirlo. ¡Qué gran responsabilidad!, podrán decir algunos. ¡Qué gran dificultad!, podrán decir otros. Es tu privilegio, nos dirá el Señor. “Por mí lo hicisteis”. Dadles vosotros de comer.
Si tienes, no mandes a las gentes a comprar. Sabes que muchos no pueden. No mandes a que se busquen la vida a los que están en la infravida, en el no ser de la marginación, en la muerte lenta. Mándales recostarse sobre la hierba y comparte tu pan. Quizás luego podrás buscar otros programas de reinserción social, de luchar por la justicia, practicar la denuncia social contra el desigual reparto. Sin embargo, primero, comparte tu pan. No mandes a la gente a comprar cuando sabes que no pueden.
Para que esta línea de trabajo solidario se pueda dar en el mundo, hay que trabaja por un cambio de valores. Sí, sí. No busques mucho. Lanza al mundo los valores del Reino y verás que si luchamos contra un mundo injusto lleno de contravalores negativos que a lo dulce llaman amargo y a lo amargo dulce, si trabajamos por un cambio de valores en contracultura con los valores consumistas y que se sustentan en la idea de la riqueza como prestigio, si expandimos por el mundo los valores del Evangelio de la gracia y la misericordia de Dios, quizás se entenderá mejor el alcance de la pregunta: ¿Cuántos panes tenéis?
Alarguemos nuestras manos, busquemos los medios, los recursos, el voluntariado y las ganas de servir al Señor y la pregunta será acogida de nuevo en nuestro mundo, en nuestro aquí y ahora en donde tantos niños, mayores y ancianos están pasando hambre y necesidad.
Quizás en la mentalidad del hombre actual el verbo que predomina no es el de compartir, sino el de comprar. Mentalidad mercantilista alejada del concepto de la mesa compartida que nos deja Jesús. ¿Tienes pan? Si lo tienes no mandes a comprar. Comparte. Es como si tuvieras que elegir entre la lógica mercantilista del mundo o la lógica del compartir de la espiritualidad cristiana que deben tener todos los seguidores de Jesús. Así, te dejo con dos preguntas: ¿Cuántos panes tienes? ¿Tu seguimiento al Maestro llega a ser tan serio como para entrar por la lógica del compartir, del dar, del darse? Deja el pensamiento mercantilista y practica la projimidad que nos demanda el seguimiento de Jesús.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o