Preciosa flor de loto

“Vive la vida con plenitud; sin embargo, viviendo en el mundo, no seas de él. Vive en el mundo como una flor de loto, que vive en el agua, pero el agua no moja sus pétalos”.

Sabina de la Paz

    “Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades”.

Elisabeth Kubler Ross

Hace algunas semanas recibí una preciosa foto con una bellísima flor de loto y la frase que os dejé al principio; lo cierto es que me llamó muchísimo la atención por multitud de connotaciones deliciosas, de modo que decidí investigar sobre esta preciosa flor, un tanto parecida a los maravillosos nenúfares que viven sobre el agua; pero con unas características y significados distintos. 

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La bellísima flor de loto nos llega de lugares asiáticos, donde está relacionada con determinados significados que no me interesan; pero lo cierto es que tiene bellísimas características que me hicieron mucho bien, y todo lo bueno que puedo aprender acerca de algo, intento guardarlo en el alma, y si es posible, ponerlo en práctica.

La planta acuática que termina viéndose por encima del agua con la hermosa flor de loto, simbolizaba la creación, la fertilidad y sobre todo la pureza, pues crece sin ensuciarse en los lodos que la envuelven; es decir, vivir en el mundo sin mezclarse con aquello que lo rodea. Su raíz está en el fango, el tallo en el agua y la flor luce esplendorosa al sol. Posee la semilla con mayor longevidad y resistencia: puede aguantar más de 10 siglos sin agua, esperando la humedad ideal para germinar. Además es la única planta que regula su calor interno, manteniéndolo alrededor de los 35º C, muy cercana a la del cuerpo humano. 

El significado de la flor de loto comienza en sus propias raíces, con el simbolismo de lo que se abre a la luz con pureza desde la oscuridad de las aguas estancadas. Por las noches, los pétalos se cierran y la flor se sumerge en el agua; antes del amanecer vuelve a emerger nuevamente a la superficie, abriendo sus pétalos. 

Existe algo precioso en esta planta acuática que me toca el corazón: la bellísima flor de loto es capaz de florecer incluso en entornos complicados, es como una metáfora sobre la vida y las circunstancias o situaciones difíciles que tenemos que atravesar en ella.

La flor de loto, loto indio o rosa del Nilo, es el nombre común de una planta acuática como hemos dicho, la cual se caracteriza por tener hojas flotantes y olorosas, además de un fruto de estructura compleja con múltiples hoyos que asemejan pequeños ojos.

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Vamos a analizar un poquito el significado de la flor de loto según el color de sus pétalos:

- Flor de loto azul

Se refiere al triunfo del espíritu sobre los sentidos, significa sabiduría y conocimiento. Esta flor nunca revela su interior, ya que casi siempre está totalmente cerrada. Humilde, pero tremendamente sabia

- Flor de loto blanca

Está relacionada con la perfección del espíritu y de la mente. Por lo general se representa con 8 pétalos.

- Flor de loto roja

Revela la inocencia y la naturaleza original del corazón. Esta flor representa cualidades como el amor, la pasión y la compasión.

- Flor de loto rosa

Aunque a menudo se confunde con la flor de loto blanca, el loto rosa está relacionado con personajes “divinos”. El único ser divino que como cristianos nos interesa y en el cual debemos de fijar nuestra mirada, es nuestro Dios, ¡no encuentro lugar más maravilloso donde fijar mis ojos!

Hemos tocado en amplitud las características de la preciosa flor de loto, para finalizar, quisiera aplicarlas a nuestras vidas como cristianos. Hay mucho en esta flor que no viene de nada cristiano; pero pretendo tomar lo bueno y que pueda quedar como una lección espiritual en nuestras vidas:

- Me encantan las raíces de esta espléndida planta acuática. Son largas y muy poderosas, eso la mantiene con vida y lozana por largo tiempo; simplemente está fuertemente arraigada en el fondo, y tiene rugosidades, pero precisamente ese profundo apego a la tierra por debajo de las aguas, hace que salga al exterior convertida en una flor deliciosa. Esta realidad, cuando vamos al cristianismo, es fácil de detectar; en cambio difícil de lograr. Existen demasiados cristianos que viven muy poco apegados y arraigados al Señor, su relación con él es demasiado pobre, la lectura, meditación y aprendizaje de las Escrituras, es demasiado ligera; de este modo, jamás lograremos enraizar fuertemente con nuestro Dios, podremos lucir más o menos hermosas; pero a la mínima dificultad o problema, esa débil unión, se debilitará, incluso podría fragmentarse, y esa belleza aparente, moriría.

- Hay algo que me parece precioso y es cuando la semilla puede esconderse incluso por 10 siglos. En ocasiones el Señor nos tiene que decir… ¡no es momento, estate quieto, escóndete hasta que yo te diga! Hay unos cuantos ejemplos en las Escrituras de casos así. Esto no es fácil, ¿estar muuuucho tiempo literalmente enterrada bajo tierra? Pero nuestro Dios sabe los motivos y los porqués; hace tiempo que yo he dejado de cuestionarme sus mandatos; Él sabe, yo obedezco.

- La flor de loto tiene la capacidad de sobrevivir en entornos difíciles, como las zonas pantanosas, de allí que sea frecuentemente asociada con los complejos procesos vitales que debe enfrentar el ser humano. Como cristianos, estar en el mundo, sin mancharnos con lo que no conviene.

Cuando nos sintamos perdidos, decepcionados, desconcertados, vacilantes o débiles, debemos volver nuestra mirada y todo nuestro ser al Señor, a lo que somos, sus hijos comprados por sangre preciosa; será entonces cuando nos sentiremos como un loto de alegría que crece de la adversidad. El lodo del estanque es necesario para que la semilla se convierta en un loto hermoso y fuerte.

- ¡Nacer de nuevo! Hay una característica que es la principal para mí; aunque no tiene nada que ver, de un modo, con lo que se creía y aún se cree. Según los antiguos egipcios, la flor de loto está asociada con el renacimiento, con volver a nacer. Este significado se le atribuye a la flor de loto porque tiene una característica muy especial: es una flor que se retrae en el agua por la noche y que emerge en el sol al día siguiente. Los cristianos no creemos en absoluto en la reencarnación y todo lo que tenga que ver con estas ideologías; pero sí sabemos demasiado bien la gran verdad de nuestras vidas algo que no entendió Nicodemo:

“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?. Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?. De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?. Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. (Juan, capítulo 3).                               

La flor de loto es una delicia y espero que hayáis disfrutado de la lectura; pero lo más importante es que como ella lo hace metafóricamente, tú puedas… ¡Nacer de nuevo!