El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
No captar la importancia de la Caída, como Schaeffer, es caer en los dos principales errores que tiene el cristianismo contemporáneo.
Nadie contrata obreros enfermos. A nadie se le ocurre incorporar a su equipo a personas aparentemente inútiles. ¿A nadie?
En nuestro mundo la razón se establece por el número de personas que se adhieren a una idea, sea justa o no.
Las consecuencias del asesinato de George Floyd remarcan la necesidad de un examen moral profundo.
Nadie puede dudar de lo genuino de la fe de Little Richard. Te parecerá poco ejemplar y contradictoria, pero no podía ser más auténtica.
El dolor alerta de la enfermedad y permite tratarla. Hay sufrimientos que pueden tener sentido pedagógico.
Los pecados sexuales en términos generales se llaman “fornicación” en la Escritura.
Cuando sabemos que algo no está bien, nos escondemos.
Esta historia futurista nos muestra una sociedad cada vez más cercana, donde el hombre parece condenado a su destrucción.
Si renunciamos a Dios, dejamos de pensar y dejamos de descubrir quienes somos, porque ya nada importa: un día nacimos, y otro moriremos.
Cuando le damos la espalda a nuestro Creador perdemos la paz interior y la exterior.
“Lo que me fascina de los mandamientos”, dice Kieslowski, “es que todos estamos de acuerdo en el hecho de que son justos, pero al mismo tiempo los violamos todos los días”.
Suponiendo que hubiera un cambio de mentalidad de una economía para consumir a una economía para vivir, a todo lo más que se llegaría es a paliar los efectos nocivos que hemos desencadenado sobre nuestro entorno.
No podemos negar que más de una vez y más de dos, con el corazón al borde del colapso, nos cruzamos de brazos y ese tiempo se nos hace eterno esperando ver como el amor de Dios viene hacia nosotros.
¿No hay, igualmente, una relación directa entre desorden y sexo, que desemboca en muerte?
No hemos dado la talla, pero la forma en la que hayamos fallado a nivel sexual puede variar.
Hay un Acán dentro de cada uno de nosotros, cuya codicia no duda, para satisfacer sus deseos, en transgredir las claras normas que han sido dadas.
Todos llevamos máscaras, bien para ocultarse o para mostrarse, fabricarse una identidad o combatir las pesadillas que te atormentan dentro del espejo de ti mismo.
Los pasajes bíblicos más emblemáticos donde aparecen las encinas y los robles se encuentran en el Antiguo Testamento.
Los cristianos no son personas mejores que los demás, ni más morales, o religiosas. Son seres rescatados por Dios, que nos arrebata del poder de la oscuridad.
¡Qué bueno es saber que viviendo en un mundo tan peligroso como el que vivimos, tenemos un escondite en el que estamos protegidos de las fuerzas que quieren destruirnos!
No tenemos que crucificarnos, sino seguir su estilo de vida.
El contexto secular es la emancipación de un esclavo, o la liberación de un cautivo. La pregunta es ahora: ¿esclavos y cautivos de qué?
Necesitamos pasar tiempo examinándonos a nosotros mismos. Reflexionar sobre lo que estamos haciendo y lo que está sucediendo en nuestra vida.
Kevin Corbalán considera la luz y la oscuridad de las que habló Jesús.
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