lunes, 13 de mayo de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
1
 

Colapsados por el pecado

Nos causa fascinación lo apocalíptico por el deseo de saber cuál será nuestra reacción ante la desesperación provocada por el fin de todo. Pero, en realidad, en nuestro corazón ya hay una respuesta escrita. Y esa respuesta, el pecado, tiene que ver con nuestra condición.

INFO PD AUTOR 814/Jonatan_Soriano 07 DE AGOSTO DE 2020 17:54 h
Fotograma de El Colapso.

Parece que la irrupción de las series que buscan crear algún tipo de imaginario concreto sobre un futuro a caballo entre la probabilidad y la distopía ya no es una anécdota. Lo que en su momento fue una novedad irreverente ante la oferta convencional, se ha convertido en una constante que ha encontrado un mercado al que satisfacer. Un mercado que demuestra, de esta manera, un mínimo de interés por arrojar algo de luz a la forma de lo próximo, de lo que todavía no es, y hacerlo con un mínimo de reflexión intelectual e interacción emocional.



Y entre toda la amalgama de contenidos (por cierto, de todo tipo de grados de calidad) que se abocan constantemente, una de las creaciones que me han parecido más originales es El Colapso. Quizá, la grandeza de esta miniserie francesa de ocho capítulos reside en que, precisamente, no trata de recrear un futuro a largo plazo en el que la tecnología ha desfigurado por completo la apariencia de la humanidad o se se han mezclado diferentes estratos de la narrativa de ficción clásica (tiranía política más experimentación espacial, por ejemplo). Nada de eso. No busca crear hipotéticos sino ampliar la magnitud de las crisis presentes que como sociedades ya estamos afrontando



De manera que las diferentes historias, conectadas entre sí por los personajes y las decisiones que toman, resultan cercanas y tienen un valioso componente sensibilizador, en tanto que se deshace de toda carga de lo políticamente correcto (quizá ese sea el principal fallo de otras, como Years and years, otra aclamada serie en esta línea) y apela a lo individual, a la condición personal, y solo entonces a la configuración de lo colectivo. Y lo hace desde un problema real y sensato, a cuyo alcance nos encontramos: ¿qué ocurriría si el sistema colapsase, si no hubiese abastecimiento, si todo se paralizase y la única expresión de vida se redujese a la supervivencia, a encontrar algo de comida y un lugar en el que todavía haya energía?



Como digo, el relato de El Colapso no es en absoluto lejano. Ancianos muriendo solos en residencias; ricos contratando seguros de vida millonarios para tener acceso a un búnker construido en alguna isla donde pretenden permanecer a salvo de la hecatombe mundial mientras todo los demás se desmorona; lugares de acogida en los que todavía se tiene que seguir debatiendo si se recibe a personas que vagan por los bosques o se las deja fuera. Lo que estremece de todo ello es que, lejos de dibujar un futuro hipotético, sencillamente dramatiza algunas narrativas que ya hemos comenzado a generar y crear. Y a las que nos hemos acostumbrado, en cierto sentido.



[destacate]El colapso no es una situación a la que esperar, sino que apela a la condición humana ya colapsada por el pecado.[/destacate]Pero si hay un elemento que llame especialmente la atención, en medio de este escenario de perpleja realidad, ese es el de la visceralidad personal. En El Colapso no hay buenos ni malos sino que todos los personajes son reducidos a una lucha de instintos por la supervivencia propia que solo encuentra diferencia en las situaciones y circunstancias de las que ya partían. Una diferencia de matices. Así, el tipo que actúa como coordinador de un grupo que se ha quedado para trabajar en una central nuclear y evitar que explote, apremia a todo el mundo a dar la vida, pero trata de evitar exponer a su hija. Y el padre de familia que negó combustible a otro padre de familia por no tener alimentos que darle, acaba implorando clemencia cuando es amenazado a punta de pistola y luego asalta y roba a unos ancianos. Y el rico que vivía rodeado de cuadros de Van Gogh, deja a su amante y a su mujer para salvar su vida y termina robando a un pobre hombre que se encuentra en el camino para huir. 



Metáforas, todos ellos, que ponen de manifiesto que ninguno es presa de las circunstancias que vive, porque gran parte de la realidad que se afronta ahora forma parte de un proceso del que se ha ido participando activamente y sin reprocharse nada a uno mismo



En parte, nos causa fascinación lo apocalíptico por el deseo de saber cuál será nuestra reacción ante la desesperación provocada por el fin de todo. Pero, en realidad, en nuestro corazón ya hay una respuesta escrita. Y esa respuesta, el pecado, tiene que ver con nuestra condición, más que con nuestras circunstancias. Al final, estas únicamente pueden atenuar o manifestar un grado u otro de esa condición, pero las circunstancias son temporales. Incluso las que tienen que ver con el escenario del fin de todo. 



Quizá ese sea uno de los principales errores en la visión de los planteamientos generales que presenciamos por intentar producir un cambio drástico que salve al conjunto del planeta de una situación irreversible; el error de no comprender que ya estamos en una situación irreversible en cuanto  nivel personal, y por tanto también colectivo, una caída generalizada que se extiende desde el principio de la historia de la humanidad hasta ahora, y para la que solamente existe una solución; el que quiera conservar su vida, la perderá, pero el que la pierda por mi causa (dijo Jesús), ese la encontrará.



El compromiso de ciertos países de eliminar todo combustible fósil para 2050, es una buena noticia. Que la compañía The Vivos Group esté vendiendo búnkeres de lujo antiapocalipsis para multimillonarios, desde Dakota del Sur hasta Marbella, es una mala noticia. Pero sobre todo, lo que es un hecho es que el colapso no es una situación a la que esperar en un futuro más o menos lejano a no ser que las cosas cambien mucho, sino que apela a una condición humana que ya está colapsada, colapsada por el pecado, y que no tiene la capacidad de producir elementos de salvación diversos, excepto el único que le ha sido dado.


 

 


1
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 

Alfredo
08/08/2020
16:08 h
1
 
la solución es la fe en el amor de Dios. No la fe sola (1 Cor. 13:2)
 



 
 
ESTAS EN: - - - Colapsados por el pecado
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.