El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Hitchcock no es sólo “el mago del suspense”, sino uno de los más profundos observadores de la condición humana.
El notorio espíritu social del genuino cristiano choca con la inmoralidad de los déspotas, y hace pública la hipocresía de gobernantes aferrados al goce de los indecentes privilegios del poder.
El número de finlandeses que dicen creer en el Dios del cristianismo ha aumentado de un 27% a un 33% en 4 años. “La gente está pensando sobre su relación con la Iglesia”, dice el investigador Kimmo Ketola.
Lo espiritual y lo social se unen en el compromiso de muchos de los voluntarios en el mundo hoy.
Jamás nadie habla con Dios y lo encuentra ocupado: No tengas dudas, para Él eres valioso/a y Él te ama.
Estos planes ejercidos por algunos responsables me conduce a pensar en connotaciones sectarias.
¡Arre unicornio, vamos a predicar el mensaje de la locura por si hubiera algún loco en potencia en medio de tanto racionalista!
Ser predicador del Evangelio en un mundo tan materializado como el que estamos viviendo, supone una aventura espiritual.
La moral cristiana es la más completa, exigente y comprometida en relación con el hombre, con el prójimo.
¿Cómo podemos ser sal si andamos metidos en estos falsos conceptos?
El cristianismo es sobrenatural o no es nada. Es sobrenatural o es una mera religión. Es sobrenatural o es una «apariencia de piedad».
nuestra propia época, como es fácil constatar, se parece más al escenario pluralista y globalizado que le tocó vivir a la Iglesia antigua que al escenario que le tocó vivir a los reformadores del siglo XVI.
¿Qué tipo de cristianismo puede volver al mundo hacia Jesús, si no es uno que sea verdaderamente relevante?
Ser cristiano es vivir en compromiso con el hombre, con el prójimo y, fundamentalmente, con aquellos empobrecidos, oprimidos y robados de dignidad.
Muchos de nosotros silenciamos el megáfono de Dios para no comprometernos con un cristianismo de servicio al otro.
Vivir un cristianismo de baja intensidad y asumirlo como una moralina religiosa se convierte en una pérdida de tiempo realmente lamentable.
El profesor John Lennox explica cómo afrontar el debate con ateos y anima a los cristianos a trabajar en la amistad con personas de cosmovisiones distintas.
En Shanghái, la generación millenial encuentra apoyo en la iglesia y sentido para enfrentar los retos de la gran ciudad.
Los valores del Evangelio, los valores bíblicos sobre los que se apoya la fe y que le dan vida, no son ajenos a los avatares sociopolíticos de la historia concreta del hombre.
La vieja y sucia ciudad de los “años de la coca y la música disco” –que recrea la serie Vinyl–, era un mundo tan sórdido y peligroso que si Scorsese y Jagger no hubieran estado allí, nos costaría creer que fuera así.
Al acomodar las creencias y decisiones morales a las preferencias personales, se desvirtúa casi siempre el mensaje de Jesucristo.
El diablo de los Stones es también el de los poetas románticos ingleses. No es el gran engañador de la Biblia, sino el prototipo del hombre libre de normas y reglas de la moral tradicional
El presidente Xi Jinping amenaza a las iglesias no oficiales con más control y recuerda a los miembros del partido comunista que deben mantenerse “ateos”.
Boshra, uno de los productores de la serie de vídeos “Cristiano y Marroquí”, espera que sirva para derribar estereotipos entre sus compatriotas.
El hombre no puede estar vacío interiormente y su tendencia a lo espiritual le lleva a enredarse a veces en resurgimientos de espiritualidades falsas y vanas que nada tienen que ver con el cristianismo.
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