Barreras para eliminar

“La vida no vale nada

Si tengo que posponer

Otro minuto de ser

Y morirme en una cama (...)

Y por eso para mí

La vida no vale nada

Si no es para perecer

Porque otros puedan tener

Lo que uno disfruta y ama.

La vida no vale nada

Cuando otros están matando,

Y yo sigo aquí cantando

Como si no pasara nada. (...)

La vida no vale nada

Si escucho un grito mortal

Y no es capaz de tocar

Mi corazón que se apaga” (1)

Pablo Milanés hizo famosa esta canción en un momento de la historia, los años 80, en el que muchas personas estaban luchando en todo el mundo por los derechos más fundamentales de la vida.

Todo lo que podamos decir y escribir sobre la igualdad, la fraternidad y la convivencia en paz de todos los habitantes de este planeta es poco. Y es poco, porque a simple vista da la impresión de que la gente no hace mucho caso. Seguimos odiando, matando y despreciando a otros porque el color de su piel es diferente, porque han nacido en otro lugar del mundo, o porque tienen más o menos dinero que nosotros. Y si no es por alguna de estas razones, pues nos inventamos otra. Todo con tal de no vivir en paz. ¡Qué tontos somos!... Dios nos hizo a todos diferentes, pero Él nos ama a todos por igual, y lo que es importantísimo: la Biblia dice que Dios ABORRECE a los que "provocan peleas entre hermanos”(Proverbios 6:19) . Si esto no nos conmueve, es que no tenemos sensibilidad ninguna.

Ya es hora de hacer algo más que hablar. Es hora de enseñar a nuestros niños que hay otra manera de vivir; que es posible amar y apreciar a todos. Debemos actuar para eliminar las barreras que existen hoy: barreras de color, de clase social, de sexo, de posesiones, de cultura, barreras que llevan a provocar peleas y muerte. No necesitamos ir muy lejos de dónde vivimos; basta con que en el lugar donde estemos, amemos a nuestros próximos tanto como a nosotros mismos.