El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La religión puede convertirse en una ilusión, en una especie de neurosis o de inmadurez mental, como señaló Freud, pero no tiene que ser necesariamente así.
Esta idea de que Dios solo tiene lugar allí donde no sabemos lo que está pasando, no se sustenta en la Biblia.
La grosera cosmovisión politeísta nada tiene que ver con el fino tejido monoteísta, sobrio y elegante, que envuelve toda la Escritura.
Este misterio era realmente un serio inconveniente para su teoría que le quitó el sueño durante los últimos años de su vida. ¿Lo sigue siendo todavía?
La idea de que el creador, después de haber realizado su obra, continúa preservando a sus criaturas y actuando en todo aquello que sucede en el mundo para dirigirlo hacia un determinado fin, está profundamente arraigada en la Biblia.
El enfrentamiento y el intercambio de insultos en controversias desmedidas sobre ciencia y fe producen más calor que luz.
“Las convicciones religiosas y filosóficas” serán descritas en los informes de miles de personas vistas como una amenaza para el Estado. Los evangélicos, preocupados por la “fragilidad” de los derechos fundamentales.
Supongo que un gran número de científicos han tomado al menos una vez en su vida una decisión muy importante basándose en algún tipo de fe.
Esta gran confianza en las posibilidades de la ciencia no es exclusiva de los últimos tiempos sino que nació ya en los siglos XVI y XVII con la Revolución científica.
Dios no quiso crear máquinas parlantes sin sentimientos ni libre albedrío, sino que asumió el riesgo de formar personas libres para amar, odiar o pecar.
Los errores que aparecen en las distintas copias y versiones de la Biblia se deben fundamentalmente a equivocaciones de los copistas.
El ser humano puede, mediante el uso de su razón y por medio de una analogía, llegar al conocimiento y la certeza de la existencia del Dios creador.
El investigador del Centro Nacional de Biotecnología Daniel Fernández asegura que los plazos con los que se ha trabajado “no son normales”, pero sí inician la vía para “diseñar una mejor vacuna”.
La definición bíblica de omnipotencia divina es la de un poder ilimitado e infinito empleado para realizar su eterna voluntad.
Galileo, ferviente cristiano, respondió que el principio fundamental de su teología era su creencia en los dos libros divinos, la Biblia y el ‘Libro de la Naturaleza’.
Dios no puede cambiar. Lo que ocurre es que sólo se puede comunicar con el hombre hablándonos en términos humanos.
Aunque las instituciones continentales hablan de una mejora de la calidad del aire, expertos alertan de que “cada año que pasa, la dificultad de mitigar el impacto aumenta”.
La Biblia relata la destrucción de la cultura cananea como consecuencia del juicio divino a causa de su abominable maldad.
Siempre que la Biblia se refiere a los celos de Dios lo hace en relación a la idolatría en que a veces cayó el pueblo elegido.
La Arqueología Bíblica, como ciencia, no pretende probar o refutar el contenido de la Biblia, sino describir el mundo histórico donde se formaron los libros bíblicos.
Jesús manifestó públicamente que él no necesitaba el testimonio de testigos, como los antiguos profetas de Israel, porque tenía autoridad divina.
El concepto de eternidad es ajeno a nuestra propia naturaleza material finita, de ahí la dificultad de entenderlo completamente.
Expresar la fe en el ámbito público es fundamental para el cristiano. En muchos lugares del mundo todavía se persigue a quienes quieren hablar de Jesús a otros.
Hay sobre todo cuatro objetivos o funciones principales que tradicionalmente han sido importantes en apologética.
El apóstol Pedro nos da una serie de pautas a seguir en cuanto a la actitud del apologista en su defensa del Evangelio de Jesucristo.
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