El Antiguo Testamento se relatan algunas historias acerca de mujeres estériles que recuerdan bastante el actual problema de la maternidad de alquiler o subrogada.
La Biblia no es un recetario moral de bioética que posea todas las respuestas a los múltiples problemas éticos planteados por la moderna biomedicina. No obstante, en el Antiguo Testamento se relatan algunas historias acerca de mujeres estériles que recuerdan bastante el actual problema de la maternidad de alquiler o subrogada. La esterilidad fue considerada siempre en Israel como una grave afrenta social, como una dura prueba o incluso un castigo divino. Los hijos se veían como recompensa y heredad de Dios, como “flechas en mano del valiente” (Sal. 127:3-5), “retoños de olivo alrededor de la mesa” (Sal. 128:3) o “corona de los ancianos” (Pr. 17:6). De ahí que cuando una esposa no conseguía quedarse embarazada recurriera, por todos los medios, a la adopción.
Esto solía hacerse, en Mesopotamia y en el pueblo de Israel, por medio de la entrega de una concubina fértil al marido para que éste tuviera relaciones sexuales con ella y así, el hijo de tal unión pudiera ser reconocido como hijo legítimo de la esposa oficial. Tal situación es la que se expresa en la petición de Sarai a su esposo Abram: “Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai” (Gn. 16:2). ¿Podría decirse que el hijo nacido de aquella unión, Ismael, fue hijo de una madre subrogada, Agar?
Tanto en los códigos de Mesopotamia como en la antigua época israelita, los hijos de las concubinas esclavas no tenían parte en la herencia, a no ser que fueran adoptados y se transformaran así en hijos de las esposas libres[1]. Otra situación similar es la ocurrida entre Jacob y Raquel. El texto bíblico lo relata así:
“Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella. Así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella. Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob. Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan (“Él juzgó”)” (Gn. 30:1-6).
El concepto de “dar a luz sobre las rodillas” se refiere al rito de adopción. Lo que se hacía era colocar al bebé en el regazo de la mujer que deseaba adoptarlo para indicar que era como si legalmente ella lo hubiera dado a luz. A partir de ese momento es Raquel, la madre legal, quien le pone el nombre al niño, en vez de hacerlo Bilha, la madre biológica, y el pequeño pasa a ser legítimo heredero de su padre Jacob. De manera que, salvando las distancias, se podría decir que Raquel, la mujer de Jacob, “alquiló” a una sierva propia para que le diera el hijo que ella no podía tener. ¿Un caso bíblico de maternidad de alquiler?
Las diferencias entre estos acontecimientos del Antiguo Testamento y la práctica actual de la maternidad subrogada son obvias. En el pasado era el marido de la esposa estéril quien realizaba el acto sexual con la mujer sustituta. Hoy tal práctica se vería como una forma de fornicación o adulterio pactado y desde una perspectiva cristiana sería moralmente rechazable. Sin embargo, para la moral sexual de los hebreos, en aquel período antiguo de su historia, era aceptable y normal la poligamia o el concubinato con las siervas. Ninguna de las partes implicadas, ni el marido, ni la esposa infértil o la concubina, tenían intención de romper el vínculo del matrimonio. Nadie lo veía como una forma de fornicación o adulterio. Evidentemente estas costumbres sexuales fueron evolucionando poco a poco debido al influjo de Dios a través de sus mensajeros hacia un nuevo entendimiento del deber moral.
Hoy, sin embargo, la maternidad de alquiler se realiza mediante inseminación artificial o fecundación “in vitro” con transferencia del embrión. ¿Puede llamarse a esto adulterio o fornicación? ¿Atenta esta práctica contra la relación existente en el matrimonio? Si en aquella remota época veterotestamentaria hubiera existido la inseminación artificial o la fecundación in vitro, ¿acaso Sarai y Raquel no hubieran preferido tales métodos? Desde la ética evangélica del amor, del altruismo, de la entrega al que sufre, al enfermo o a quien no puede engendrar hijos, no parece que la maternidad de alquiler basada verdaderamente en el valor de crear vida por afecto, sea algo que categóricamente y siempre se deba rechazar.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o