El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
En el ambiente académico y cultural mexicano, el nombre de Meyer es sumamente reconocido.
El acto de consagración al Inmaculado Corazón de María debería dejar boquiabiertos a todos los evangélicos que, en los últimos años, se han emocionado al ver en el Papa Francisco a un “creyente” cercano a la fe evangélica.
Gabriel Torrent ha acogido en su casa a trece personas que han huido de la guerra en Ucrania. Once ellas tienen entre 8 y 18 años.
Es la primera vez que aumenta en los últimos 20 años, según la ONU. El conflicto en Ucrania provoca que la situación se agrave todavía más.
Si los discípulos de Jesús, en la comodidad de Occidente, se limitan a seguir viviendo al tiempo que se quejan de lo mucho que cuesta salir a cenar, no estamos siguiendo el camino de Jesús.
Ojos parados, congelados, como moviendo el iris por dentro, buscando entre los pensamientos las respuestas a una guerra que no entienden.
Las diferentes religiones piden con mayor frecuencia la paz, pero en términos a menudo diferentes, y que revelan fuertes tensiones entre ellos.
Las familias ucranianas que ya están llegando a España necesitan una acogida temporal urgente. La entidad evangélica quiere ampliar sus servicios en Madrid, Cádiz y Jaén en los próximos días.
En Rumanía se encuentran más de 450.000 ucranianos que han huido de la guerra, según ACNUR. Las iglesias evangélicas locales sirven en la frontera para ayudar en la acogida de quienes llegan.
“Miembros de la iglesia y amigos han abierto sus casas, cocinamos para ellos, nos encargamos de las medicinas, organizamos sus viajes”, dice un obrero cristiano en Hungría. En Rumania, “las iglesias trabajan juntas para ser más eficientes”.
Los evangélicos ucranianos, entre las responsabilidades políticas y misionales.
¿Cómo asegurarnos de que la ayuda será útil para los refugiados de Ucrania? Miqueas Forster de GAiN España responde a esta y otras preguntas.
“Casi todas las iglesias de Moldavia están haciendo algo, hay dolor, no miedo”, dice un cristiano en el país. Un periodista finlandés: “Tenemos 1.300 km de frontera común, las batallas con Rusia están muy arraigadas en la memoria de nuestra nación”.
El pastor Vitaly Vlasenko, secretario general de la Alianza Evangélica Rusa, publica una carta abierta condenando la invasión militar de Ucrania.
Comentamos los desafíos materiales, emocionales y espirituales para miles de ucranianos que están huyendo ante la invasión de su país.
Más de dos millones de ucranianos han salido ya de su país. La entidad evangélica Diaconía ofrece ayuda para coordinar la atención a refugiados que están llegando a España.
También ha donado dos millones y medio de dólares para ayudar a los refugiados ucranianos, judíos y no judíos.
Mientras el conflicto en Ucrania se recrudece, con ataques que cada vez afectan a más población civil, se hace especialmente necesario pensar en la paz.
El historiador ruso Andrey Zubov dice: “Putin dice ‘Rusia quiere esto’ o ‘Rusia exige aquello’. No, son Putin y el Kremlin los que hacen demandas, no Rusia ni los rusos”.
Las iglesias nacionales pertenecientes a los distintos patriarcados existentes han reaccionado de forma diversa a la guerra. En Rusia, 300 sacerdotes ortodoxos han pedido el fin de la confrontación.
Más de dos millones de personas han salido del país desde el inicio de la guerra, según ha informado ACNUR.
Ruslan Maliuta, misionero ucraniano que sirve en One Hope y la Alianza Evangélica Mundial, explica cómo están viviendo la guerra las familias, tanto aquellas que siguen en el país como quienes han podido salir.
Alzamos nuestras voces al unísono para interceder por quienes sufren. Pedimos al Padre que doblegue los corazones duros y los vuelva sensibles.
El encuentro, organizado por el Consell Evangèlic de Catalunya, ha reunido a iglesias locales y a los representantes de la comunidad evangélica ucraniana en la ciudad.
Orar y ayudar está en nuestra tónica, que va muchísimo más allá de la ayuda humanitaria; porque entra en juego el poder del gran Dios bendito de nuestras vidas, un Dios que ama, que murió en una cruz para poder salvarnos.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.